Con propuestas viables PAN propone desaparecer “gasolinazos”

Enero 2025

Jorge Romero Herrera

La Nación

Para nadie es desconocido que el precio de la gasolina es uno de los factores que inciden en la inflación y determinan el precio de los productos de la canasta básica, impactando fuertemente en el bolsillo de las personas al incrementar el transporte y los servicios esenciales.

Por eso, resulta preocupante el anuncio del actual gobierno de aumentar su costo o como coloquialmente se conoce decretar un nuevo “gasolinazo”. El fenómeno de los gasolinazos afecta gravemente a las familias mexicanas y no es nuevo. Inició en los años 80´s, durante una crisis económica que llevó al gobierno a implementar reformas estructurales para estabilizar las finanzas públicas. Décadas después, sigue siendo una carga injusta, que el Gobierno federal no logra resolver.

Recordemos que una de las principales promesas de campaña del candidato de Morena en 2018 fue que el precio de la gasolina sería de 10 pesos por litro. Hoy, vemos con pesar que esa promesa no sólo está incumplida, sino rebasada, ya que en algunos expendios gasolineros los precios han alcanzado máximos históricos, superando los 28 pesos por litro, con incrementos de hasta 8.5 por ciento anual. Este aumento supera por mucho la inflación proyectada y tiene un efecto devastador en la economía familiar.

No omito manifestar que durante el último año del sexenio del presidente Felipe Calderón, el precio de la gasolina magna, premium y el diésel era de 10.2, 10.9 y 10.6 pesos por litro respectivamente, al final del sexenio de López Obrador los precios oscilaron entre los 23.4, 25.1 y 25.2 pesos por litro respectivamente, lo que representó incrementos superiores al 130 por ciento.

En México el precio de la gasolina se determina por varios factores, pero los que influyen fuertemente en su costo final son el precio de referencia internacional, los costos de importación y la carga de impuestos (el IEPS e IVA representan en promedio 35 por ciento del costo total) que contiene su estructura. En los últimos meses, del total de la gasolina que hemos consumido en el país, entre el 60 y 70 por ciento se importa principalmente de Estados Unidos, por lo que el tipo de cambio también se vuelve una variable importante para la determinación de su precio final.

Como ejemplo en Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, el porcentaje de impuestos en el precio de la gasolina es únicamente de entre el 15 y el 20 por ciento. Por lo tanto, un mecanismo viable para bajar el precio de la gasolina es disminuir el porcentaje de impuestos.

Es importante destacar que, al comparar el precio actual de la gasolina magna en México con el costo de la gasolina regular en Estados Unidos, los mexicanos estamos pagando un 30 por ciento más que en aquel país. No por nada México se encuentra entre los países con los precios de combustibles más altos a nivel mundial, superando el promedio global según datos de Global Petrol Prices. En toda América, el precio de la gasolina en México sólo es más barata que en Belice y que en Uruguay.

El Partido Acción Nacional ha impulsado acciones concretas para eliminar las cargas fiscales excesivas sobre los combustibles y garantizar precios más accesibles para todos los mexicanos. Entre estas medidas se incluyen propuestas para reducir o eliminar los IEPS aplicados a la gasolina. La propuesta principal consiste en reducir al 100 por ciento las cuotas que se cobran por su venta o comercialización.

En 2020, nuestro Partido presentó el denominado Plan de Reactivación Económica para defender la economía familiar, en el que también se incluyó́ la propuesta para bajar el precio de las gasolinas. Además, durante la LXV Legislatura presentamos un proyecto de iniciativa para crear el Fondo de Contingencia Inflacionario que contenía, entre otras propuestas, reducir al 50 por ciento las cuotas del referido impuesto.

Recientemente, en el contexto del análisis de la Ley de Ingresos 2025, Acción Nacional en la Cámara de Diputados propuso fijar el precio de la gasolina a 20 pesos por litro, con el objetivo de apoyar a la economía familiar ante el largo proceso inflacionario que se ha presentado desde que la 4T es gobierno y aliviar la carga de gasto de las familias mexicanas.

Lamentablemente, a pesar de ser viables y eficaces, todas nuestras propuestas han sido rechazadas por el oficialismo en turno. El Gobierno federal prefiere aplicar subsidios eventuales a los precios para controlar su gasto, antes que sacrificar los ingresos provenientes del cobro del IEPS a las gasolinas que terminan como gasto de obras y políticas públicas que no garantizan ni el beneficio social ni el crecimiento económico y sólo han servido como mecanismo de control del voto.

Asimismo, desde Acción Nacional proponemos:

  • Inversión en refinerías ya existentes para reducir la dependencia de combustibles importados.
  • Revisión de la carga fiscal para aliviar la presión económica sobre las familias.
  • Fomento de energías renovables como alternativa sostenible a largo plazo.
  • Estabilidad del peso mexicano, clave para mitigar el impacto del precio de referencia internacional.

 

Es momento de exigir un gobierno que priorice la estabilidad económica y energética. En Acción Nacional estamos comprometidos a liderar este cambio con políticas responsables y visión de futuro. Lo que nos importa es mejorar la economía de las familias mexicanas.

Seguiremos proponiendo acciones que verdaderamente beneficien a la población y exigiendo al gobierno que elimine las cargas fiscales innecesarias que encarecen la vida en México.

Rechazamos categóricamente el gasolinazo de cuarta que Morena impone con mentiras y cinismo. Cada peso extra que pagamos en gasolina es una consecuencia de su incapacidad para gobernar.

Desde el Partido Acción Nacional seguiremos luchando por un México justo, en donde las decisiones del gobierno beneficien a todos y no sólo a unos cuantos. ¡Por una economía sana y un futuro prometedor, el PAN está contigo!

 

Jorge Romero Herrera es presidente nacional del PAN.

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