2025: el péndulo político en América Latina

Diciembre 2025

Jeraldine Pérez Mondragón

La Nación

Durante el 2025, América Latina experimentó una reconfiguración política marcada principalmente hacia la derecha y la centroderecha, marcando así el fin de la denominada “marea rosa” o como lo llamamos desde el Foro América Libre “la galaxia rosa”. Este cambio corresponde a una ruptura estructural impulsada por el colapso de la legitimidad de los gobiernos populistas de izquierda y ante las severas crisis a las que han enfrentado a sus países.

Uno de los principales es el avance y crecimiento exponencial del crimen organizado transnacional, el agotamiento de este tipo de modelos en el cual el enemigo interno siempre es un país extranjero y el deterioro de la confianza ciudadana debido a que se dan cuenta de que las élites políticas son mucho más corruptas, impunes y por supuesto ineficaces para gobernar.

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca marco varios puntos en la agenda latinoamericana que habían estado de alguna manera paralizados. Entre ellos, por ejemplo, la fuerte y dura política migratoria y la seguridad nacional tomaron un rumbo que afectó de manera significativa a millones de migrantes que habían encontrado en Estados Unidos un lugar de refugio y trabajo a pesar de tener un status de migración irregular; lo anterior, evidenció la incapacidad de los gobiernos de izquierda para proveer a sus propios connacionales una buena calidad de vida.

Por tanto, la región presenta la mayor concentración de gobiernos de derecha desde la transición democrática de los años 90. Haremos un breve repaso de los países que este año tuvieron elecciones y con lo cual se consolida el movimiento del péndulo hacia la derecha.

  • Ecuador. Daniel Noboa del partido Acción Democrática Nacional (ADN) se impuso a la candidata correísta, Luisa González, del Partido Revolución Ciudadana (CR) en la segunda vuelta electoral el 15 de octubre con el 52.08 por ciento de los votos. Con lo cual quedó demostrado que una de las cosas que más preocupa a los ciudadanos es la inseguridad y la incursión del crimen organizado en el gobierno.
  • Bolivia. Rodrigo Paz Pereira del Partido Demócrata Cristiano (PDC), en coalición con Creemos y Comunidad Ciudadanos, derrotó al partido de Evo Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), poniendo fin a 19 años de hegemonía socialista que dejó un país sumido en la pobreza. Paz optó por no desaparecer los programas sociales, pero si recortará el gasto público en un 30 por ciento.
  • Chile. La primera vuelta electoral del 16 de noviembre dejó muy claro que hay una polarización muy fuerte en el país andino. El bloque de derecha supero el 50 por ciento de los votos válidos, mientras que la izquierda socialista se mantuvo con un 31 por ciento de los votos. José Antonio Kast, del Partido Republicano, lidera las encuestas para la segunda vuelta electoral, 14 de diciembre, con una intención del voto del 56 y el 58 por ciento. Con esto, la candidata del socialismo Jeannette Jara, del Partido Comunista, perdería por un amplio margen. Esto marca también el descontento de los chilenos al gobierno de Gabriel Boric.
  • Argentina. Las elecciones legislativas del 26 de octubre consolidaron la fuerza y el respaldo de la gente al presidente Javier Milei, pues su partido La Libertad Avanza logró la mayoría relativa en la Cámara de Diputados y el control efectivo del congreso. Milei, a pesar de sus controvertidas apariciones, ha logrado bajar la inflación en un 211 por ciento durante 2024 y en un 47 por ciento para diciembre de 2025, legitimando el modelo libertario ante sectores medios y empresariales.
  • Honduras. El pasado 30 de noviembre, el pueblo hondureño optó por regresar al bipartidismo, mandando al Partido Libre, el oficialista, al tercer puesto, ya que su candidata Rixi Moncada únicamente obtuvo el 19 por ciento de la votación. Al momento de terminar de escribir este artículo (5 de diciembre) la votación se encuentra muy cerrada entre Nasry Asfura del Partido Nacional, respaldado explícitamente por Donald Trump, y Salvador Nasralla del Partido Liberal. Hay un empate técnico, asegurando un gobierno de centro-derecha o derecha a partir de enero 2026.

 

Además, ya están los gobiernos de Nayib Bukele en El Salvador, Santiago Peña en Paraguay, José Raúl Mulino en Panamá y de manera provisional también en Perú con la destitución de Dina Boluarte.

Es importante señalar, a manera de conclusión, que hay diferentes variables que han llevado a la región a cambiar de espectro político. El primero y más destacable es el de Donald Trump, que con la política migratoria y los aranceles ha logrado un alineamiento en la región; el colapso en la seguridad pública y la irrupción del crimen organizado en los gobiernos; la erosión de legitimidad de las élites progresistas llenas de corrupción, impunidad y enriquecimiento ilícito.

Finalmente, aún permanecen intactas las tres dictaduras más importantes de la región: Cuba, Nicaragua y Venezuela y gobiernos de izquierda en Colombia, México y Uruguay. El bloque conservador se perfila para tener una mayor alineación con Estados Unidos y debilitar mecanismos de integración que se han usado a modo desde los gobiernos progresistas como la CELAC.

El reto será para los gobiernos de centroderecha que llegan, demostrar que se puede y se sabe gobernar más allá de los discursos. En 2026 veremos elecciones en Brasil, Colombia, Costa Rica y Perú. ¿Se terminará de consolidar este bloque?