Switchers S2

Las elecciones más grandes en la historia de México están a escasos cinco meses de celebrarse y este texto escrito por Gabriel González-Molina, editado por Global Talent University Press, de momento sólo en formato digital, ofrece criterio con respecto a los electores, las encuestas y cómo leer a cada uno, para evitar errores descomunales en campaña.

De fácil lectura en la que presenta datos duros presentes y en comparación con elecciones pasadas en nuestro país, en las que el autor ha tenido participación importante en la investigación y levantamiento de encuestas, así como con otros libros publicados, ayuda a identificar la estructura electoral rumbo a las próximas elecciones en las que están en disputa 300 diputaciones federales por mayoría relativa y 200 más de representación proporcional, 128 senadores, nueve gubernaturas, 31 congresos locales y un impresionante número de alcaldías, serán más de 20 mil cargos en elección.

Dividida en dos partes, “Para entender a los switchers” y “¿Qué quieren los switchers?”, la obra nos ofrece un panorama claro de este segmento de personas que cambian su voto, de un partido u persona a otra, y que son quienes pueden determinar el resultado electoral.

De acuerdo con González-Molina, el primer gravísimo error consiste en creer que Morena tiene ganada esta elección, que se deriva principalmente por la elevada aprobación del presidente López Obrador con el probable comportamiento de los electores el día D.

“Una cosa es aprobar su narrativa y otra cosa, muy distinta, es votar de nuevo por él o por Morena. En síntesis: al presidente lo aprueban muchos, pero la mayoría no votaría otra vez ni por él ni por Morena”, explica. Pero ojo con el segundo error que consiste en creer que la clave de la oposición está en sólo aglutinar el descontento hacia el gobierno actual, apostarle al polo negativo y opuesto al presidente.

Considera que es necesario tomar en cuenta que la elección presidencial será acerca del futuro, no tanto del pasado o del presente. “Una tercera equivocación consiste en creer que el factor principal en las mentes y corazones de los electores será la imagen de las candidatas o candidatos, el asunto de quién tiene mayores positivos o quién tiene mayores negativos”.

Este libro argumenta que, a poco tiempo de la elección del 2024, aún no hay nada para nadie, pero nos da claves para entender que la elección será definida por los switchers, quienes todavía no entregan la totalidad de su intención de voto a alguna de las opciones actuales.

En particular, enfatiza, en el segmento denominado S2, electores alejados del presidente, pero que han vivido en la orfandad durante todo el sexenio, con la vivencia de que nada ni nadie los representa. Presenta su historia, identidad, necesidades, temas y exigencias, su ubicación geográfica y narrativa.

“Ganará quien sepa reflejar y articular con mayor intensidad y claridad la narrativa de este segmento de electores switchers, el segmento denominado S2”, tomando en cuenta que el mercado electoral se compone de tres segmentos clave: los leales, los antis y los switchers.

A lo largo de la lectura, con los argumentos, ejemplos y documentación presentada, se pueden obtener herramientas valiosas rumbo al 2 de junio próximo, ya que según, explica, las encuestas son incapaces de identificar a los switchers y determinar su tendencia.

“El dato más importante en el transcurso de una campaña electoral es la tasa de conversión de switchers a leales, comparada con la tasa de conversión del principal adversario. Sobra decir que también es importante medir la tasa de conversión de switchers a antis”.

Resalta que los S2 valoran su esfuerzo para salir adelante, aprecian el trabajo como fuente de riqueza y necesitan apoyo emprendedor, empleos con potencial de crecimiento e impulso a las micro y pequeños negocios. Exigen mejora en servicios de educación, salud y esperan una estrategia real contra el crimen organizado.

Otra tesis del libro es que este segmento, S2, estará sujeto a una polarización estética, desde luego explica los tipos de polarización y cuáles son sus dinámicas, ya que la polarización es parte de la estrategia de comunicación.

A lo largo de la lectura resalta también que las campañas electorales representan un momento especial en toda democracia y en las que también queda en evidencia lo mejor y lo peor de toda sociedad, así como de los candidatos, candidatas y sus partidos.

En sus palabras, el propósito y misión de toda campaña de comunicación es: mostrarle al elector lo que está en juego, de qué se trata la elección. Desde la óptica de la comunicación las campañas son guerras de significación.