Meméxico lindo y…
Agosto 2024
Sergio Rodríguez Colín
La carta difundida por Ismael “El Mayo” Zambada, revelada por el diario estadunidense Los Ángeles Times el sábado 10 de agosto, en donde menciona una reunión de alto nivel con funcionarios del gobierno de Sinaloa, entre ellos el actual gobernador del estado Rubén Rocha Moya, es una nueva confirmación de que México es, desde la llegada de López Obrador, un narco-estado.
A este nuevo señalamiento hay que agregarle cuatro acontecimientos ocurridos durante el sexenio del tabasqueño que sostienen dicha afirmación, hecha por políticos y políticas de nuestro país, y extranjeros. Veamos:
17 de octubre de 2019. Este día ocurrió el operativo conocido como el “Culiacanazo”, en donde el presidente López Obrador ordenó, sin explicación alguna, la liberación de Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien horas antes fue detenido por elementos del Ejército en Culiacán, Sinaloa.
29 marzo del 2020. El jefe del Ejecutivo federal visitó la comunidad de La Tuna, Sinaloa, sitio en el que coincidió con la señora María Consuelo Loera Pérez, madre del narcotraficante “El Chapo” Guzmán. El político tabasqueño descendió de su camioneta para saludarla, además de que recibió de la madre de “El Chapo” una carta donde solicitaba la repatriación de su hijo.
23 de julio de 2024. En una entrevista con el periodista estadunidense Jesse Watters de la cadena Fox News, el ahora candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que México está dominado por los carteles de la droga y que si ellos lo decidían en dos minutos podrían quitar al presidente. Dicho señalamiento también fue manifestado en marzo de 2023 por el secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, quien afirmó que partes del territorio mexicano son gobernados por diversos cárteles.
Proceso electoral 2024. A lo anteriormente mencionado, se suma la intervención de estos grupos criminales en las elecciones estatales y municipales, en donde ellos son quienes deciden quienes llegan al poder, como es el caso de Sinaloa, Tamaulipas y Michoacán. Mención aparte merece la violencia que han emprendido en contra de los candidatos que los carteles de la droga no consideran afines a sus intereses. De hecho, el pasado proceso electoral fue calificado por diversas organizaciones de la sociedad civil como el proceso más violento en la historia de México, sin que el gobierno federal morenista haya tomado alguna acción al respecto.
Bien dice el dicho “si tiene cola de pato, pico de pato, patas de pato que es: un pato” o en este caso un narco-estado.