Gaslighting: la burla de MORENA en las elecciones

Mayo 2021

Valeria N. Pérez

La Nación

Las campañas intermedias han revelado el verdadero rostro de MORENA: el de la violencia, el abuso, la misoginia y la burla.

No fueron las diversas denuncias por abuso sexual y violación las que impidieron que Félix Salgado Macedonio llegara a ser candidato al gobierno de Guerrero. Ni el presidente López Obrador, ni el dirigente nacional de MORENA, Mario Delgado, rompieron el pacto patriarcal. Por el contrario, se dedicaron a mostrar su apoyo en todo momento a Salgado Macedonio y a descalificar reiteradamente a las mujeres que lo señalaban.

Finalmente, el Tribunal Electoral determinó la cancelación de la candidatura de Salgado Macedonio por incumplir con su obligación de informar el origen y aplicación de los recursos de su precampaña. Sólo así fue como un violador no fue gobernador.

Ni al presidente ni al dirigente del partido, que arropa a Salgado Macedonio, parece inquietarles las viscerales palabras y las amenazas que su “toro” ha expresado públicamente en contra del Tribunal Electoral y el INE.

“Me los voy a chingar”, dijo en un mitin Salgado Macedonio en referencia a ambas instituciones, jactándose de su cargo como senador con licencia. “Me los voy a chingar y bonito, bonito”. No pasa por alto que esa expresión alude al acto sexual violento y no consensuado, es decir: la violación. En las palabras y en sus actos, Salgado Macedonio se presenta como lo que es: un violador.

Sin más remedio que presentar en 48 horas una nueva candidatura, MORENA ha tomado otra alarmante decisión: elegir a la hija de Salgado Macedonio, Evelyn.

Esto no es más que una estrategia burda que pretende ocultar la evidente misoginia del partido y que, además, representa una burla hacia los electores, a quienes MORENA deja en claro que el nepotismo es bien visto y hasta impulsado desde la 4T.

A esto hay que agregar el cinismo con el que Félix Salgado Macedonio ha respondido a las críticas por la candidatura de su hija, argumentando que los cuestionamientos son, ni más ni menos, que violencia de género.

Uno de los conceptos que se han desarrollado en la nueva ola del feminismo es el de gaslighting, técnica de manipulación en la que un hombre niega las actitudes violentas en las que incurre, para señalarlas como propias de la persona de quien abusa. Es justamente lo que hace Salgado Macedonio: tratar de desviar el dedo que lo apunta.

Sí, las elecciones intermedias han mostrado el verdadero rostro de MORENA: un partido donde los abusadores y violentadores sexuales pretenden ser votados por la gente. Como el depredador Saúl Huerta, señalado de violación por un adolescente que colaboraba con él en campaña. Los detalles del caso son escalofriantes: el diputado, quien buscaba su reelección por el XI Distrito Federal de Puebla, se ganó la confianza del menor y su familia con promesas de trabajo y el otorgamiento de una beca. Posteriormente, drogó al adolescente al darle una coca cola con etanol y lo violó en un hotel. A esta acusación se sumó un segundo señalamiento de parte de otro joven que aseguró haber sido abusado por Huerta hace tiempo.

Con Huerta, MORENA no encontró manera de culpar a “la mafia del poder” y a los “conservadores” de impulsar una campaña en su contra: la inmediata detención del violador en el lugar del crimen, así como la difusión de una grabación telefónica donde ofrecía dinero a cambio del silencio del menor y de sus padres, no le dejaron de otra al partido más que anunciar la renuncia definitiva e irrevocable de Huerta a sus aspiraciones políticas.

Sin embargo, MORENA y el PT tuvieron el atrevimiento de tratar de congelar el desafuero de Huerta, pero esta decisión fue revocada por la Junta de Coordinación Política.

Como si no bastara, en un video grabado durante un evento de campaña, se distingue al candidato a la gubernatura de Zacatecas, David Monreal, tocar alevosamente el cuerpo de la candidata a la presidencia municipal de Juchipila, Rocío Moreno.

Fiel a las costumbres del partido que lo representa, el candidato reaccionó como lo hacen todos en MORENA: negó las acusaciones, se victimizó y aseguró que el roce había sido sin intención, cuando el video muestra claramente lo contrario.

Pero, ¿por qué la candidata de MORENA también negó lo que fue captado en video? No es complicado intuir las razones: su partido no respalda a las mujeres. No las protege ante actos de violencia y, por el contrario, pone en duda su palabra e incluso su carrera política. El pacto patriarcal se mantiene firme en el partido y su estrategia preferida para desentenderse de sus malas prácticas es el gaslighting.

La nación