Las expectativas del nuevo reto que comienza
Octubre 2024
ANAC
La continuidad del gobierno oficialista en esta ocasión fue difícil de revertir, por lo que tendremos que afrontar las consecuencias de ello en los próximos seis años, desde todos los órdenes de gobierno. Como parte de esta situación es preciso resaltar que existen diversas áreas y compromisos inconclusos del gobierno de López Obrador, contexto bajo el que la administración actual acumula una enorme deuda con la ciudadanía.
Teniendo esto presente, uno de los temas que urge atender y que más abandono tuvieron está vinculado a la crisis de violencia que las y los mexicanos padecimos, en donde la primera administración federal de Morena cerró con una suma muy cercana a los 200 mil homicidios y con lo cual nos despedimos del sexenio más violento en la historia moderna de México. Al respecto, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) ha mostrado que durante el último año gubernamental no hubo registro de un solo mes que contara menos de 2 mil asesinatos, alcanzando incluso en mayo la cifra de 2 mil 410 homicidios.
De igual forma, se ha señalado que en el sexenio de López Obrador se acumuló una cifra de 51 mil personas desaparecidas, afectando profundamente no sólo a las familias y víctimas, sino también a la confianza de la población en las instituciones de seguridad. Hoy por hoy, la percepción que el pueblo mexicano tiene de la inseguridad en el país es muy alta y es un tema que deberemos seguir muy de cerca.
Otro de los temas que dejaron mucho que desear se presentó en materia de relaciones exteriores y la atracción de inversiones a nuestro país, demostrando que el autoritarismo estaba por encima de cualquier relación diplomática y comercial. También quedó en estatus de incumplimiento el tan anunciado sistema de salud de “primer nivel” y accesible; el regreso del Ejército a los cuarteles y la pacificación del país, así como la inversión en fuentes de energía renovables, la procuración del medio ambiente y el respeto de los poderes de la Unión, así como el funcionamiento real de alguno de los mega proyectos en los que tanto dinero y esfuerzo se invirtieron.
Teniendo este resumen sobre el desastre heredado por el gobierno de López Obrador, se esperarían algunas mejorías con respecto a la gestión que desempeñe la nueva administración, sin embargo, los primeros días han dejado más dudas que buenas expectativas.
De entrada, uno de los factores más importantes (y que será tema de exigencia) se verá reflejado en el desapego necesario que Claudia Sheinbaum deba hacer de su padrino político, esto nos permitirá observar si se trata de una mente diferente a la de Andrés Manuel, definiendo si su triunfo estuvo justificado o sólo fue una estrategia para extender el gobierno de éste, ya que si bien se trata de la continuidad de los ideales del partido oficialista y una elección de estado, sin la popularidad de López Obrador, las acciones deberán ser obligadamente distintas.
Otra área que requiere urgente atención es nuestra relación con Canadá y principalmente con los Estados Unidos, pues fue aquí donde se padeció una importante desconexión en los últimos seis años. Es muy importante recordar que en el mes de noviembre Estados Unidos celebrará sus elecciones presidenciales y la diplomacia, así como la buena comunicación, serán clave para temas de migración, derechos humanos, seguridad, relaciones comerciales y en general una cooperación bilateral.
Finalmente, no está de más señalar las altas expectativas que se tienen en materia de equidad de género, situación que también se vio profundamente afectada en la administración anterior, en donde por lo menos el 70 por ciento de las mujeres mexicanas padecieron algún tipo de violencia, y de la cual se espera una mejoría notoria. El liderazgo de las mujeres a nivel global, y en cualquier ámbito, representa una convicción para todas en su derecho de crecer y superarse, así como de alcanzar cargos que por generaciones han estado reservados sólo para los hombres.
La actual presidenta se enfrenta hoy a muchas deudas sociales que dejó la administración anterior y de las cuales, sin duda, tendrá que responder, pero a todo ello se suma un reto que las mujeres le han consignado, y es la erradicación de la violencia, su representación en los espacios públicos y la procuración de su calidad de vida.