Nexus

Una breve historia de las redes de información desde la Edad de Piedra hasta la Inteligencia Artificial

Septiembre 2024

Julio Castillo López

La Nación

El libro Nexus de Yuval Noah Harari es la obra más reciente del famoso autor que se consagró con libros como Sapiens y Homo Deus. Bajo las mismas premisas que ha planteado en su obra donde afirma que las capacidades de colaboración masiva y flexible, y de generación de un mundo intersubjetivo son las que hacen a los humanos ser la especie que domina el planeta, argumenta en el terreno de la inteligencia artificial y los retos que presenta una tecnología que puede comunicarse sin necesidad de la intervención de humanos, generar textos, imágenes, videos y cualquier contenido, y que puede tomar decisiones, y decidir con millones de referencias adicionales que cualquier ser humano.

En el nuevo texto explora la interrelación entre información, poder y redes sociales humanas a lo largo de la historia. A través de sus más de 600 páginas, el autor analiza cómo la humanidad ha adquirido y usado el poder, lo que nos ha conducido tanto a la construcción de civilizaciones como a la creación de crisis existenciales como el cambio climático o la amenaza de la inteligencia artificial. Harari argumenta que el poder humano surge principalmente de la cooperación entre individuos a través de redes de información, lo que les permite crear realidades compartidas que influyen en el curso de la historia.

Desde una perspectiva política, el libro enfatiza la importancia de la información en la construcción de estas redes de cooperación y en la creación de estructuras de poder. Un aspecto crucial que explora es cómo la información puede ser utilizada tanto para crear orden como para distorsionar la verdad. Critica la “idea ingenua” de que más información siempre conduce a la verdad, mostrando cómo las redes humanas pueden depender de ficciones y mitos para mantener su cohesión. Estas ficciones, que incluyen desde mitologías religiosas hasta narrativas políticas, pueden tener un impacto profundo en las sociedades, moldeando desde ideologías hasta sistemas políticos enteros.

Harari destaca cómo regímenes totalitarios del siglo XX, como el nazismo y el estalinismo, se construyeron sobre redes de información poderosas, pero basadas en ideas equivocadas. Señala que, en la era moderna, las democracias liberales llegaron a dominar tras la caída de estos sistemas, pero advierte que no debemos subestimar el peligro de que nuevas formas de totalitarismo, respaldadas por tecnologías avanzadas como la IA, puedan surgir y perpetuar redes de poder aún más eficientes y destructivas.

El concepto del populismo es un tema recurrente en el análisis político del libro. Harari define el populismo como una ideología que niega la existencia de una verdad objetiva, utilizando la información como un arma para dividir y conquistar. Los populistas suelen simplificar la realidad política en términos de una lucha entre “la gente pura” y “la élite corrupta”, lo que debilita las instituciones democráticas y facilita la concentración del poder en manos de líderes carismáticos. Estos líderes, al ser percibidos como la voz legítima del pueblo, pueden socavar las libertades democráticas en nombre de la voluntad popular.

Uno de los puntos más destacados del libro es la comparación que hace entre las democracias y las dictaduras en términos de redes de información. Mientras que las dictaduras se caracterizan por redes centralizadas donde el poder se concentra en un solo núcleo que se asume infalible, las democracias son redes distribuidas con mecanismos de autocorrección que permiten detectar y corregir errores. Harari argumenta que las elecciones, aunque fundamentales, no garantizan por sí solas la democracia. La verdadera democracia depende de la existencia de mecanismos de control, como la libertad de prensa, los tribunales independientes y la separación de poderes, que protegen a las sociedades de la tiranía de la mayoría y del abuso del poder.

En el contexto actual, el libro advierte que las tecnologías de la información, como la inteligencia artificial y las redes sociales, pueden aumentar tanto el poder de las redes de información como su capacidad para manipular la verdad. No es además un mundo fácil de regular, ya que muy pocas personas entienden cómo funciona un algoritmo. Ya no sólo se trata de humanos que conviven con computadoras, se trata de computadoras que conviven con computadoras en realidades intersubjetivas y que pueden tomar decisiones en aspectos tan trascendentes como los mercados.

El texto además descubre varias interrogantes que deja la inteligencia artificial y es claro que no se parece a nada anterior. Estamos hablando de algoritmos capaces de tomar decisiones y generar contenidos; de algoritmos con la capacidad de impartir justicia, prescribir recetas médicas, aprobar créditos o buscar infractores a gran escala. Todo lo anterior ya pasa.

Nexus ofrece una visión profunda sobre la relación entre la información y el poder en la historia humana. No sólo explora cómo las redes sociales y políticas han evolucionado a lo largo del tiempo, también lanza una advertencia sobre los peligros que enfrentamos en el siglo XXI si no aprendemos a gestionar adecuadamente el poder de la información. La obra invita a los lectores a reflexionar sobre cómo queremos estructurar nuestras sociedades futuras y al juego que le vamos a dar a las nuevas tecnologías.

Por lo pronto ya es una realidad. Sería prácticamente imposible saber si esta reseña la escribió quien la suscribe o si fue una inteligencia artificial la que se encargó de redactar. ¿Lo notarían?

 

Julio Castillo López es Presidente de la Fundación Rafael Preciado Hernández.

X: @JulioCastilloL

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