Las mujeres de la primera hora
Julio 2025
Javier Brown César

La tarea de la mujer dentro de Acción Nacional es extraordinariamente valiosa, y será ella la que, con su conducta y ejemplo, ha de refutar los injustos ataques que en nuestro medio siempre se han lanzado a la mujer que quiere intervenir en política, demostrando que la mujer mexicana puede y debe interesarse en los problemas sociales y políticos de la Nación, y ser una valiosa colaboradora del hombre en la obra común de salvar a la patria…”.
Estas ideas fundamentales son parte del Documento que describe los órganos del Partido, un valioso testimonio de la estructura orgánica pensada para el PAN, antes incluso de la Asamblea Constituyente. Como propósitos de la Sección Femenina el documento proponía: definir y hacer valer en la vida pública, los puntos de vista peculiares de la mujer; crear un núcleo femenino importante para su preparación; ofrecerles cauce propio para su acción desinteresada, limpia, y que no pueda quedar al servicio de políticos profesionales o de intereses inconfesables; facilitarles el conocimiento de una acción social y política, verdadera y fundamental; y prepararlas para el conocimiento de los problemas reales de México y para el ejercicio de actividades públicas responsables.
Según el documento referido, los trabajos de la Sección Femenina, debían inspirarse siempre en el pensamiento que Acción Nacional tiene sobre el sentido y alcance de la misión de la mujer en la vida de la Nación. Las tesis fundamentales son, desde ese entonces: la mujer no puede considerarse ajena a los intereses y problemas nacionales, porque también ella debe reconocer las exigencias impuestas por el bien común; históricamente, la poderosa influencia de la acción femenina en la vida social, es innegable, y la gran importancia que la mujer tiene en los destinos nacionales, patente; esa influencia y esa importancia residen, sobre todo, en el papel central que la mujer le corresponde en la familia, ya que ésta, justamente considerada como la “celdilla social”, difícilmente se conserva cuando falta la mujer; las condiciones de la Sociedad contemporánea, hacen todavía más debido y más urgente que la mujer tome interés en los asuntos de la vida misma de la nación; sin abandonar ni menospreciar su tarea esencial que la liga a la vida doméstica, al hogar, la mujer, convenientemente preparada, puede y debe ir a otros campos de actividad: el campo vastísimo de la acción social y aun el campo propiamente político, cuando por política se entiende “la implantación de un orden fecundo para el bien común”.
Así, antes de la fundación del Partido, se había perfilado lo que sería la Sección Femenina. En la Asamblea Constituyente del 14 de septiembre de 1939, además de doña Concepción Morin del Avellano y de Lidia Torres (respectivamente madre y esposa de Manuel Gómez Morin), participaron activamente 11 mujeres: Eugenia Mass de Rodríguez, Elodia Delgado, Julia Gallegos de Ortega, Luz S. de Perches, Soledad Arriaga, Elvira Montiel, María P. de Gómez, Ana Salado Álvarez, María Luisa Rolón de Martínez Sotomayor, María Elena Sodi de Pallares y Carmelinda Pacheco de Aedo.
En aquella histórica jornada, un integrante del Comité Organizador les dio la bienvenida, en los siguientes términos: “Es una satisfacción muy grande para mí, a nombre del Comité Organizador de Acción Nacional ofrecer a las mujeres mexicanas nuestra casa. La sala es pobre y estrecha. No queremos confinarnos en ella. Queremos ir a la calle, a las plazas, al ancho campo mexicano… Cuando se juega la suerte de la nación… Mujeres y hombres tenemos derecho a participar en la pelea. Aquellas mujeres que quieran hacerlo en las formas normales de la activa política, que tengan capacidad y resolución de hacerlo así, serán bienvenidas a Acción Nacional que exige fortaleza, fe y desinterés. Porque aquí no hay apetito, hay convicción, no hay prisa, hay permanencia. Aquí no se vendrá a pedir sino a dar. Y en dar, y en permanecer y en crecer, la mujer es maestra”.
La Asamblea General de la Sección Femenina se llevó a cabo el 16 de noviembre de 1939, siendo electa Amelia Sodi de Sordo Noriega, como la primera presidenta. En agosto de 1940, la Sección Femenina del Distrito Federal constituyó un consejo integrado por jefes de sectores, para el que se solicitó la participación de varias destacadas mujeres: Atilana Carrasco, Carmen Alarcón Vázquez, Concepción M, viuda de Villanueva, Concepción Tenorio de Larriva, María Luisa M, viuda de Naude, Virginia Hernández de Bishop, María Villar de Treviño, Cecilia K. de Parra, María de Berrenches, Concepción Fernández del Valle, Amalia Betancourt, Concepción Lasso de Irízar, Elena Antillón de Dorcas, Eloísa Carrasco, Margarita Lomelí Corezo, Guadalupe Maldonado y Dora S. Garza de Martínez.
El 20 de enero, en Querétaro, Carlos Septién García, se dirigió así a las mujeres de Acción Nacional: “Acción Nacional no sólo no las olvida, sino que las llama, urgentemente, para que se entreguen a la obra de reconstrucción patria. Y no pide el Partido a las mujeres de México actitudes fuera de su carácter que lesionaran su feminidad y su natural proceder y situación. Les pide, simplemente, que actúen como madres, como hermanas, como hijas, como novias, como amigas, pero encaminando su esfuerzo, su generosidad y su amor, no solamente hacia los fines meramente individuales sino al fin supremo de la felicidad de este grande lugar que es la patria y en el cual, ella la mujer mexicana, debe ser como el seno del hogar pequeño, reina por la dignidad, por la caridad, por el amor”.
María Ignacia Mejía, una de las figuras pioneras del panismo en Michoacán, dijo lo siguiente en su participación en la Asamblea Nacional de septiembre de 1944: “La reforma social saldrá de la mujer mexicana. Porque la auténtica reforma desborda el hogar y porque el destino de México pende de una mujer. Santa María de Guadalupe. Prescindir de la mujer en la empresa de reforma social, sería como prescindir de los cimientos, de las raíces, del corazón. Eso es la mujer respecto a la sociedad que se quiere reformar; y sin ella, ni existirá Acción Nacional, ni se estaría hablando aquí de reforma social… Os puedo asegurar que el derecho de votar o ser votadas nos tiene sin cuidado. Porque sabemos que no es el único medio, y ni siquiera para nosotras es uno de los medios principales para obtener la salvación y el engrandecimiento de México”.
Mejía destacó una idea fundamental para el PAN de ayer, de hoy y de siempre: las elecciones son un episodio pasajero, no la esencia del actuar de Acción Nacional, tal como ya se había perfilado en el documento que citamos al inicio: “la verdadera actividad política de la mujer, no debe, de ningún modo, concretarse a los límites de una lucha por la obtención para ella de los llamados derechos políticos que tiene un sentido mucho más profundo y un alcance mucho mayor que el de simple sufragismo; que en las condiciones reales de la vida política de México, no ya el voto femenino, sin el voto simplemente, representa un interés muy secundario, cuando lo verdaderamente importante es crear conciencia de ciudadanía, formar una fuerte opinión pública y organizar el pueblo de México para la verdadera acción política, limpia, ilustrada, generosa, decidida, constante”.
X: @JavierBrownC
