La gobernanza municipalista

Como un mecanismo efectivo para enfrentar el panorama nacional

Marzo 2025

Samantha Smith

La Nación

Los procesos electorales del 2024, tanto para la presidencia de México como la de los Estados Unidos de Norteamérica, han provocado una serie de expectativas y de replanteamientos sobre el rumbo que habremos de tomar en políticas públicas locales. Con esta realidad iniciamos el 2025, firmes en nuestras intenciones de retomar la importante capacidad de gestión para no sólo abrir canales de comunicación participativa con los actores sociales, sino además de empoderarnos y reconsiderar la autonomía plena local y solidaria para hacer frente a los desafíos que las y los mexicanos estaremos observando en los años por venir.

Con estos actuales supuestos, la gobernanza es una herramienta pública democrática muy efectiva, ya que no es un concepto [gobernabilidad] de un solo paradigma, en virtud que se trata de la percepción que adquiere según se mueva y trascienda la comunidad humana. La relevancia de este concepto es que caben los procesos públicos y gubernamentales, las instituciones de naturaleza diversa; los procedimientos y las prácticas con las que todos los actores deciden, incluyentes en el governance, regulando los asuntos públicos que atañen a la población gobernada, y desde donde los principios de transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana y la eficacia son la atención central y respuesta a los problemas de alto interés público.

En el México de hoy esta idea paradigmática de la gobernanza adquiere relevancia sustantiva, ya que los municipios son unidades básicas que constitucionalmente son descritas como esencia de la división y administración territorial para la gestión de una ciudadanía de proximidad, altamente necesitada de atenciones y desde donde seguramente se experimentarán consecuencias trascendentales a partir de las decisiones del Gobierno federal.

Para los gobiernos locales humanistas, este tema fundamental resulta en que su comprensión sea plena, ya que, hoy por hoy, debe ser el pilar que nos haga fuerte ante la robusta centralización que el actual poder público está construyendo en torno de todas las decisiones públicas, incluso las inherentes de los gobiernos locales, pues se trata de una firme representación equívoca, ya muy notable en la neofederalización que estamos observando.

Desde esta reflexión que se comparte, reconocemos la gran importancia que ahora, más que nunca, tiene la gobernanza municipal, y este papel ajusta el fortalecimiento de las grandes capacidades locales que podemos tener ante la gestión efectiva de los recursos y en la actuación autónoma que permite llevar a cabo acciones desde la experiencia acumulada hasta el conocimiento público de la atención de aquellas poblaciones a las que nos debemos, uno de los propósitos de Estado más delicados y finos, al menos en nuestro país.

Ante la semilla de desconfianza que se ha tratado de sembrar desde el Gobierno federal hacia los gobiernos locales, es preciso generar nuevamente credibilidad en nuestras acciones, conscientes de que la sociedad se está volviendo más crítica y exigente, generando las herramientas necesarias para que se tenga el acceso a la información y se fortalezca la confianza pública en las autoridades municipales.

De igual forma, ante los retos en materia de seguridad y procuración de la justicia, la gobernanza responde de forma oportuna, pues se enfoca en la generación de condiciones que reduzcan cualquier situación de vulnerabilidad en la comunidad y en la prevención del delito, y aunque reconoce la importancia del trabajo colaborativo con los órdenes de gobierno no minimiza el papel de las autoridades locales.

En cuanto al tema de atención y reducción de la pobreza y la desigualdad que hoy experimentamos, este modelo de gobierno significa un instrumento primordial para abordar estos problemas mediante la elaboración de políticas públicas inclusivas y específicas que promuevan la equidad, el acceso a servicios básicos de calidad y el apoyo a poblaciones y comunidades marginadas.

Desde los gobiernos municipales la gobernanza local atiende de forma cercana la apertura para la participación ciudadana, a través de presupuestos participativos, consultas públicas y otras herramientas que permitan a la comunidad un involucramiento directo en las políticas públicas.

Finalmente, en el tema financiero, al menos en los últimos años, los municipios mexicanos han trabajado con presupuestos limitados, bajo la premisa de que el Gobierno federal cubra necesidades como la seguridad o la prestación de servicios, sin embargo, es preciso subrayar que los gobiernos locales deben ser capaces de gestionar de manera efectiva los recursos, tanto propios como los que provienen del orden federal de gobierno, haciendo uso también de los fondos públicos y la búsqueda de fuentes de financiamiento externas, sin intervenir de más en sus decisiones.

Las bases sobre las que se enfoca la gobernanza responden a las necesidades más puntuales de la población mexicana, haciendo frente al contexto nacional e internacional sobre el que habremos de trabajar, reconociendo además la complejidad del porvenir de las y los mexicanos en materias relevantes como lo son la migración, la seguridad y la economía nacional.

Vamos a continuar trabajando para responder de manera efectiva y oportuna ante las contingencias específicas de nuestras sociedades, demostrando que los principios de la gobernanza y del humanismo político son una respuesta confiable para el México de hoy.

 

Samantha Smith es Presidenta Municipal del municipio de Guanajuato, Guanajuato.

X: @Samanthasmx