Omisión, simulación y complicidad

Rosario Piedra Ibarra

Noviembre 2024

Sergio Rodríguez Colín

La Nación

El pasado 13 de noviembre el Senado de la República, específicamente el grupo mayoritario conformado por Morena, PT y PVEM, avalaron la reelección de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quien cabe señalarlo fue la aspirante peor evaluada de todas aquellas candidatas que se postularon para el cargo.

Con respecto a esta reelección, el ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Emilio Álvarez Icaza, puntualizó en entrevista con La Nación que la administración de Rosario Piedra es un ejemplo de lo que quiere hacer el gobierno de Morena con los órganos autónomos, es decir, que sean comparsas.

“La administración de la señora Piedra se caracteriza por la omisión, por la simulación y la complicidad. Sabemos más de los escándalos laborales de la CNDH que de la defensa de las víctimas, sabemos más de los aplausos de la CNDH del gobierno que la defensa de los migrantes o de la lucha contra la militarización”.

El también ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos del entonces Distrito Federal aseguró que la CNDH de Piedra es el ejemplo de un órgano que se arrodilla ante el poder, pues pasaron de defender a las víctimas a defender al gobierno. “Es una condición de absoluta indignidad por su audiencia, pero también es de absoluta indignidad por el incumplimiento de su misión”.

Recordó que a la titular de la CNDH no le importó utilizar una carta falsa del obispo emérito Raúl Vera para decir que la apoyaba, lo que significa que no les importa la ética, que no les importa el escándalo, la simulación, “no les importa que la señora sea en sus comparecencias de una mediocridad atroz, no les importa haber llegado con un fraude porque no les importan los derechos humanos, lo único que quieren es alguien ahí que les lave la cara”.

Se apropian de las palabras, pero desprecian el contenido

El ex senador de la República sostuvo que la crisis de derechos humanos en México se ahondó sin precedente durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ya que México terminó su administración con 200 mil personas asesinadas y problemas severísimos en derechos colectivos que supuestamente les importan como la salud, la educación y el medio ambiente.

“Estamos viviendo un fenómeno de un narco-partido-gobierno, un ´morenarco´, que está asociándose de manera extraordinariamente peligrosa con el crimen organizado; de manera tal que usan la narrativa, pero la vacían de contenido y eso los hace más peligrosos”.

Subrayó que han debilitado a todos los organismos de defensa de víctimas, como la CNDH, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, la Comisión Nacional de Búsqueda, organismos a quienes les han quitado todos los recursos; además de que no atienden las recomendaciones, no atienden los señalamientos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos o de la Comisión Interamericana.

“Se pelean con la ONU y están regresando a este modelo del nacional populismo para intentar entonces disminuir los compromisos del Estado mexicano en materia de derechos humanos. Quiénes perdemos somos las y los mexicanos porque se restringen nuestros derechos y esquemas de protección”.

Ante esta grave situación, Emilio Álvarez Icaza señaló que lo primero y fundamental es regresar a la importancia de defender los derechos humanos, y lo segundo es combatir a un régimen que pretende apropiarse por cualquier vía del Estado y todas las estructuras, lo que significa la negación de los derechos políticos.

Precisó que el tema de los derechos humanos en México se está usando, de manera perversa, para legitimar a un gobierno que está haciendo exactamente lo contrario: desconocer la pluralidad y negar la libertad de expresión.

En ese sentido, nuestro entrevistado apuntó que en los últimos meses más de 35 periodistas han sido expulsados, además de que se han perdido una infinidad de voces, porque lo que quieren los morenistas es construir esta verdad oficial: “lo que estamos viendo en México, en tiempo real, paulatina y sistemáticamente, es la construcción de un régimen totalitario”.

Puntualizó que este fenómeno va a necesitar de la denuncia internacional, pues, dijo, ya vivimos eso. En el caso de México nos recuerda lo que ya vivimos en los años 70´s, pero ahora con redes sociales, es un brinco para atrás, pero con elementos del futuro y eso nos va a obligar a reorganizarnos, reestructurarnos, pensar de manera más clara cómo conectar con otros sectores de la población y cómo regresar a temas tan significativos como el respeto a los derechos humanos.

“Hay una parte importante de la población que eso parece no importarle y entonces no hay costo para los gobiernos que lo violan. Mataron a 40 migrantes en un incendio en Ciudad Juárez y no generó ni siquiera que despidieran al titular del Instituto Nacional de Migración. El problema que tenemos es que es un gobierno cínico e indolente, y contra el cinismo no hay vacuna, tenemos entonces que regresar a lo básico de alentar el por qué cuando un gobierno abusa todos estamos en riesgo”.

Cabe mencionar que el viernes 15 de noviembre, el presidente nacional del PAN, Jorge Romero Herrera, acudió a la sede de la CNDH para llevar unas coronas fúnebres y lamentar que los grupos parlamentarios oficialistas sepultaron la defensa de los derechos humanos en nuestro país con la reelección de Piedra Ibarra.

Días después, 20 de noviembre, encabezó la manifestación por la transparencia y la libertad. Frente al edificio del INAI aseguró que se defenderá al Instituto más allá de las entrevistas, sobre todo, ahora que México vive bajo el yugo de un gobierno cada vez más autoritario, en donde las mayorías se imponen.

La nación