Lejos de ser la solución que México necesita
Abril 2022
Andrés Castro Cid
La planeación, construcción y puesta en marcha del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) ha estado siempre bajo la lupa, desde la cancelación del proyecto del Aeropuerto de Texcoco, impulsado por la administración del entonces presidente Enrique Peña Nieto, que llevaba un 30 por ciento de avance, hasta la inauguración y puesta en marcha de este proyecto insignia del actual gobierno lópezobradorista.
En cuanto a los costos para la construcción del AIFA, en un estudio realizado por la Fundación Rafael Preciado Hernández (FRPH), se estima que para este año se presupuestaron más de 11 mil millones de pesos para los acabados y puesta en marcha, con una reasignación presupuestal de más de 61 mil millones de pesos, lo que acumula 106 mil 122 millones de pesos.
En 2021, el cálculo de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) fue por 331 mil 996 millones de pesos, 232 por ciento mayor a lo estimado por el Gobierno federal. Además, en un estudio realizado por la OCDE, se asegura que, considerando costos por indemnizaciones, bonos, intereses por deuda y los pagos programados hasta el 2034, suman casi 21,000 millones de dólares.
Aunado a lo anterior, la FRPH señala también que el costo aproximado del AIFA es de 438 mil millones de pesos, más los costos que se generen para terminarlo. “El 83 por ciento de los contratos del AIFA han sido otorgados por adjudicación directa, la estatua del general Felipe Ángeles costó 22 millones de pesos. En el AIFA el Ejército no transparentó la gran mayoría de los gastos, además de que se han detectado empresas fantasmas y recién creadas que recibieron contratos por cientos de millones de pesos, algunas de ellas vinculadas con la dictadura de Nicolás Maduro”.
En cuanto a su puesta en marcha y operación, el AIFA y el actual AICM se empalman debido a la falta de espacio aéreo y a la altitud del AIFA, lo que obliga a demorar a un aeropuerto para favorecer la operación del otro y viceversa, además se requerirá de un muy complejo control aéreo.
Además, la FRPH resalta que el AIFA no tiene terminal ni pista de carga, no tiene buena conectividad carretera, ni de ningún otro tipo; no puede recibir vuelos de Estados Unidos y Europa porque no tiene la categoría de “aviación” ni las certificaciones de aviación internacionales necesarias y se ha informado que estará al 100 por ciento de su operatividad en aproximadamente 30 años.
Finalmente, es importante resaltar que las actividades del AIFA representan cerca del 1 por ciento al tráfico aéreo del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México.