La impunidad, raíz de la corrupción (y de mucho más)
Marzo 2016
Sergio Rodriguez
Cifras respecto de la impunidad en México El primer dato alarmante es que nuestro país ocupa el lugar 58 de 59 que mide el IGI de 2015, sólo superado por Filipinas y por debajo de naciones de los continentes europeo y americano, tal y como lo demuestra el siguiente mapa:
Fuente: Índice Global de Impunidad de México 2016, p. 23.
El lugar ocupado por México revela los grandes pendientes que se enfrentan en cada una de las dimensiones que son consideradas para la elaboración del Índice, y que son:
Dimensión estructural: “capacidades que tienen los estados para castigar, de acuerdo con las reglas del debido proceso, a aquellos que infringen el Estado de derecho”.
Dimensión funcional: “manera en que las áreas de gobierno encargadas de castigar a quienes violentan el Estado de derecho operan, independientemente de su marco normativo, o de sus capacidades e infraestructura institucional”.
Cifra negra: “porcentaje de delitos no registrados dentro del sistema de procuración y administración de justicia y que por tanto quedan sin castigo”.
Dimensión de los Derechos humanos: “respeto que tiene el Estado por sus propios ciudadanos y por el contrato social que lo vincula con ellos”.
Estas tres dimensiones, cabe señalar, se encuentran integradas por 35 variables que incluyen: número de delitos, agencias del ministerio público, personal dedicado a funciones de seguridad pública, magistrados y jueces por cada 100 mil habitantes, personal penitenciario y número de reclusos, entre otros (la información completa de la metodología, así como el texto íntegro del IGI-MEX 2016 están disponibles en su totalidad y de manera gratuita en www.udlap.mx/igimex).
Con base en las tres dimensiones y sus variables, los resultados por cada estado de la República se clasifican en cinco categorías por nivel de impunidad: Baja, Media, Alta, Muy alta y Atípica, dando como resultado el ranking que se presenta a continuación.