Histórica concentración ciudadana

Ante los riesgos que hoy enfrenta la democracia, frente a los intentos que se han hecho para vulnerar las condiciones que nos permiten tener elecciones libres y auténticas, para desmantelar las instituciones que nos protegen de los abusos y para imponer una sola visión del mundo y de la nación, es que hoy nos manifestamos en las calles de nuestro país.

Esta frase del único orador, Lorenzo Córdova, en la histórica concentración por la democracia fue en síntesis lo que motivó a los 700 mil ciudadanos a trasladarse por sus propios medios a la plancha del Zócalo capitalino la mañana del 18 de febrero.

Desde antes de las 9 de la mañana ya había movimiento de personas que se acercaban al Zócalo de la ciudad, muchos miraban ese enorme espacio que representa este lugar, algunos se preguntaban “¿llegará gente?”, otros más afirmaban con seguridad: “Sí, es seguro, el cacas ya nos tiene hartos. Mira, hasta amuralló Palacio Nacional”, le respondió un hombre de cabello cano a su amigo que lo acompañaba.

Conforme avanzaba el reloj y se asomaba tímidamente el sol, los ciudadanos inconformes por la forma autoritaria de gobernar de López Obrador caminaban convencidos, portando chamarras blancas, otros de color rosa; lo que también llamó la atención es que una gran parte de los asistentes portaban carteles hechos a mano, otros más iban con mensajes impresos con diferentes reclamos como: “Autonomía en los tres poderes es democracia”, “Alto a la desaparición de los organismos autónomos”, “No más encuestas falsas” o “Defender la democracia de manera pacífica”.

Pasadas las diez de la mañana hizo su arribo el presidente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, quien tras reiterar que su participación en esta concentración era como un ciudadano más, se congratuló de que la sociedad se haya movilizado, no sólo aquí en la Ciudad de México, sino en todo el país.

El dirigente panista, entrevistado por representantes de los medios de comunicación, resaltó que dicha manifestación reunió a más de 200 organizaciones y a ciudadanos de más de 100 ciudades, lo que habla de la importancia de este evento. “Esto habla de un despertar social auténtico, genuino, que es imparable desde el Palacio Nacional”.

Pasadas las 11 de la mañana inició la lectura de las demandas enumeradas por la organización Sociedad Civil México en su manifiesto ciudadano:

1. Que el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y las autoridades electorales hagan su trabajo con autonomía e independencia.
2. Que se blinde a la elección del dinero y la amenaza del crimen organizado.
3. Que las cadenas de televisión, los medios públicos, los diarios y las cadenas de radio cubran parejo todas las campañas de todos los partidos.
4. Que se respete el derecho al voto informado y razonado. Alto a las encuestas falsas. Las campañas importan. Las propuestas importan.
5. Que todas las mexicanas y mexicanos nos comprometamos a la promoción, observación y defensa del voto libre. Logremos que al menos siete de cada 10 ciudadanos voten el 2 de junio.
6. Que se difunda la importancia del voto por diputados y senadores. La elección del Congreso de la Unión es tan importante como la presidencial.
7. Que todas las mexicanas y todos los mexicanos entiendan: este 2 de junio tenemos que votar para defender nuestra democracia y nuestra libertad.

Posteriormente, con fuertes gritos de “narcopresidente”, que retumbó en las paredes del amurallado Palacio Nacional, el único orador, Lorenzo Córdova, por medio de un mensaje contundente, destacó que estas concentraciones que se dan en este Zócalo y en las diferentes plazas del país son para defender a la democracia, a las libertades y los derechos que hoy pretenden arrebatar.

Agregó que hoy México, a pesar de los riesgos que amenazan, es un país donde son más las ciudadanas y ciudadanos que deciden, con el voto libre, quienes gobiernan y nos representan, a los que se premia o castiga en las urnas, a los buenos o a los malos gobiernos.

Lorenzo Córdova precisó que democracia significa también que se tenga la posibilidad de acudir ante un juez cuando el gobierno persigue injustamente; o bien que un periodista pueda publicar una investigación sobre la corrupción; o que los ciudadanos puedan contar con información sobre cómo el gobierno gasta el dinero público o cuáles son las decisiones que están detrás de una obra de infraestructura, o de la política de salud y también que la Suprema Corte anule una ley que va en contra de la Constitución.