Fraude con sello Moreira

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  La marca Moreira estuvo presente a lo largo del proceso electoral en Coahuila. Guillermo Anaya Llamas, del Partido Acción Nacional, fue enfático en su promesa de campaña: “De ganar, los Moreira irán a la cárcel”. Afirmó que de ganar el priista, Miguel Ángel Riquelme, sería otra tapadera de ellos. La respuesta no se hizo esperar. Desde la dirigencia del Revolucionario Institucional se denunció, tanto al candidato panista como al senador Luis Fernando Salazar -quién investiga con fervor cada una de las irregularidades de los Moreira-, de operar el lavado de recursos a través de la entrega de tarjetas de Banorte e incluso de recibir recursos de procedencia ilícita. A esta acusación se sumó Moreira Valdés: “Dicen que Guillermo Anaya tiene 32 millones de dólares en el banco de Barbados y que tiene en Banorte más de 200 millones de pesos, en diferentes cuentas”, detalló en un video. Anaya Llamas se defendió: “No tengo un solo dólar en ningún banco del extranjero, ni en Estados Unidos, ni en Barbados; es una gran mentira y una gran acusación, porque el Banco de Barbados ni siquiera permite inversionistas, es como el Banco de México, se encarga de asuntos financieros de ese país”, aseguró el panista ante el periodista Luis Cárdenas en su espacio radiofónico. Para corroborar estas afirmaciones presentó una carta de Banorte, la cual notificaba que dichas cuentas presentadas no existían. ¿Qué llevó a que se unieran, bajo la misma acusación, la dirigencia priista y un candidato que representaba a otra fuerza política? Los analistas políticos se sorprendieron al darse a conocer las posturas. La respuesta llegó el 26 de abril: el PRI, en sesión extraordinaria, determinó la expulsión de quién fuera su líder nacional. Acto seguido, se retiró la fotografía del coahuilense de la pared donde aparecen todos los presidentes de este instituto político. La imagen recorrió las planas de los diarios más importantes del país.