El horror de la costumbre

Mientras el recuento de los daños siga sumando tantas y tantas víctimas, reclamando un recuerdo a oídos sordos, a ojos ciegos, a corazones duros, resultará difícil dejar de pensar por un instante en el horror en el que vivimos todos los días.

Hoy, jueves 12 de mayo del 2022, al abrir la página de cualquier diario, al entrar a redes para echarme un clavado en la nota del día, o simplemente prender el televisor, aunque ya casi nadie lo hace, la nota del día es de horror… Hoy, igual que ayer, que antier, y que los últimos días de los últimos años, la nota del día es de horror, un violento presente prolongado que amenaza con ser nuestro futuro por mucho tiempo más, un presente indolente, desafortunado y desolador para todos.

Lo que al principio parecía ser alarmante, hoy se ha convertido en una cifra que sólo sirve para dar golpes políticos, mientras las víctimas dejan de creer justo en los políticos, el resto vamos acostumbrándonos a vivir en una violencia permanente que no respeta nada.

Y no hablo sólo de la violencia femenina, que esa de por sí tiene un campo muy amplio de investigación y necesidad de acción, sino de la violencia que no respeta género, edad, ni condición, hablo de los 16 mil 972 homicidios del último reporte oficial, es decir, en donde ni siquiera están contemplados todos aquellos homicidios sin reporte o que aún no son descubiertos.

Me parece que la lucha contra la violencia no es un tema de género, la lucha contra la violencia debería preocuparnos y ocuparnos a todos, no podemos seguir siendo indiferentes, nos hemos resignado a que mientras no me suceda a mí, me puedo acostumbrar a ello, pero cada vez estamos más lejos de esa realidad, poco a poco, se ha ido desdibujando la nota roja de los periódicos, porque hoy todo el diario tiene tragedia impresa.

Y entonces surge la pregunta del millón: ¿quién tiene la culpa de tanta violencia? El sistema, por su amplia brecha de desigualdad social, la falta de oportunidades que orilla a muchos a involucrarse en actividades delictivas; la sociedad, por consumir robado, pornografía y personas como esclavos sexuales; las familias, que forman delincuentes sin darse cuenta por la falta de atención; las instituciones, por la falta de eficiencia y transparencia de los hechos en las investigaciones, o es México y su impunidad en todos los niveles de gobierno, México y su corrupción, tanto en lo privado como en lo público, es México y todos los que de alguna o muchas maneras formamos parte de él.

México necesita de jóvenes de calidad, mexicanos que abanderen causas, una generación de líderes, dejemos de aprender solo a ser políticos y convirtámonos en caudillos de las causas sociales, hagamos nuestras las luchas que más nos identifiquen, acabar con la violencia es posible, pero luchemos. En la lucha por la construcción del país que queremos, ningún esfuerzo será demasiado.

Mariana del Carmen Hurtado Luna es Secretaria Estatal de Acción Juvenil en Jalisco.