Palestina

Agosto 2025

Julio Faesler Carlisle

La Nación

La región conocida en la historia como Palestina o el Levante se encuentra desde Irán hasta el Mediterráneo y al sur hasta el Mar Muerto. Ahí nacieron las tres grandes religiones monoteístas, han compartido desde los remotos tiempos bíblicos hasta los tiempos actuales. Palestina es escenario de una compleja problemática, en que desde tiempos bíblicos el pueblo judío se defiende de las tribus árabes asentadas en la tierra prometida por Jehová, supremo a Abraham, y sigue siendo donde se lucha por mantener su identidad. Algunos estudiosos afirman que los palestinos actuales son los remanentes de aquellos filisteos vencidos por el fornido Sansón, campeón de los judíos y que derrumbó sobre sí mismo el templo de sus enemigos.

Cumpliendo, según la leyenda, la sentencia divina de carecer de una tierra propia y quedar como errantes por todo el mundo, el pueblo judío ha sufrido a lo largo de su historia persecuciones, pero conservando siempre su religión y autoridad propia.

Hoy día la autoridad palestina reclama, como lo ha hecho a lo largo de los siglos, un territorio propio. Su esfuerzo más reciente no sólo encuentra la oposición de naciones árabes sino principalmente la de Israel y sus aliados.

El estado de Israel fue creado gracias a la famosa carta en que el ministro de Relaciones Exteriores británico en 1917, Arthur Balfour, comunica al influyente lord Walter Rothschild, representante de los intereses judíos, expresando la buena voluntad del gobierno para el deseo de que éstos gozaran de su propio territorio situado en Palestina, sin precisar lugar en una región ocupada por diversas poblaciones árabes cuyos intereses, se decía, debieran en modo alguno ser adversamente afectados. Ninguna personalidad árabe fue consultada. Según el acuerdo Sykes-Picot del año 1916, Palestina era protectorado inglés, al igual que Líbano y Siria lo eran de Francia.

Fundado en 1899 por Herzl y su sucesor Weissman, el movimiento sionista que propulsaba vigorosamente la creación del estado de Israel, acogió la declaración Balfour que resolvía el problema de la ubicación de un futuro estado judío, llegando hasta considerar posibles espacios en África o Sudamérica. La creación del nuevo país fue de la exclusiva responsabilidad del imperio británico que se inauguró en Tel Aviv el 14 de mayo de 1948. Tanto Israel como Palestina nacieron al mismo tiempo y sostienen su existencia negándose mutuamente.

La decisión, por otra parte, de no tomar en cuenta las aspiraciones del pueblo palestino se confirma en declaraciones como la de la primera ministra de Israel, Golda Meir, quien en 1969 dijo que “nunca ha existido una nación Palestina, aunque haya palestinos como individuos como ella misma que llegó a Israel con pasaporte palestino y que nunca ha habido sino sólo habitantes de la región que va de Jordania al Mediterráneo. La cuestión de la existencia de un pueblo palestino es tema inútil”.

Los distintos pueblos árabes nunca habrían tolerado ceder tierra palestina, menos aún para su entrega al Estado de Israel por crearse. Desde entonces no han cesado las protestas en toda forma de manifestaciones, mítines, marchas y todo género de expresiones de inconformidad que perduran hasta nuestros días contra la existencia de Israel. La autoridad nacional Palestina es miembro de Naciones Unidas y se le reconocen dos territorios, Cisjordania, establecido en una porción del Líbano, y el otro en la franja de Gaza. Ambos territorios son liderados por las facciones más fanáticas, como es el caso del partido Hamas, que también representa el arma más violenta del islam. Los ataques de Hamas a los asentamientos israelíes han ido recrudeciendo la guerra entre Hamas e Israel donde el presidente Trump, de Estados Unidos, ha declarado su apoyo a Israel y está en contra de Siria e Irak, países que están en contra de Israel, distrayendo así las posibilidades de llegar a arreglos que hubieran favorecido a la causa palestina.

Estados Unidos, como actor en el conflicto que defiende Israel, es por lo mismo firmemente repudiado por los pueblos árabes. Estados Unidos está en el centro del debate debido al apoyo irrestricto que hasta la fecha le ha brindado a Israel, dándole armas de última generación para su guerra.

La guerra entre Israel y Hamas, y el resto de la región, ha llegado a los grados más inhumanos imaginables, cobrando miles de vidas de habitantes inocentes de todos los bandos, particularmente los que están en la Franja de Gaza desde el ataque de aquel 23 octubre de 2023, cuando Hamas desató el violento conflicto secuestrando a 127 judíos, razón por la cual éste es uno de los elementos que clama la venganza de Israel.

La presencia de Estados Unidos, Rusia, y algunos países de la Unión Europea, al igual que los países árabes como Siria, Irak e Irán, además de Arabia Saudita, complica aún más la perspectiva de una paz para Palestina. Cabe señalar que, tanto España como Gran Bretaña, Francia, Bélgica y Canadá, entre otros, han advertido que sí Israel a más tardar en septiembre no cesa el fuego y acepta el Estado Palestino, éstos lo solicitarán formalmente a Naciones Unidas.

La situación en estos momentos sigue siendo extremadamente fluida sin que sea posible pronosticar si tendrá pronta solución y la única flama de esperanza es la que se aprecia en un consenso cada día más notorio entre las naciones, de que Israel debe parar la escalada de muertes palestinas. En los últimos días se ha visto que un segmento importante del Mossad le ha urgido a Benjamín Netanyahu deponer su objetivo de exterminio.

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