Xóchitl Gálvez, fina, certera y contundente ganadora

¿Destruiste o no empleos?, ¿hay o no más deuda en el país?, ¿te gastaste el dinero en tu imagen personal?, ¿apoyaron a tu empresa?, ¿está metida tu familia en el Panama Papers?, ¿te robaste o no una casa?, ¿vas a investigar los negocios de Andy, Bobby y los sobrinos?, ¿vas a investigar a Rocío Nahle?, ¿le das o no agua contaminada a los habitantes de Iztapalapa desde que fuiste jefa de Gobierno?

Lo anteriormente mencionado son cuestionamientos certeros que se transformaron en el golpe ganador, en nocaut, dirían los cronistas de box, que propinó Xóchitl Gálvez a la candidata de Morena y aliados, a la elegida por el dedo del presidente, a Claudia Sheinbaum Pardo, quien por más que se esforzó en mostrarse serena, con cada acusación que lanzó la candidata panista, su rostro mostraba la incomodidad por no poder desmentir la corrupción e ineficiencia del actual gobierno morenista y allegados.

El segundo debate presidencial se llevó a cabo en los Estudios Churubusco con la moderación de los periodistas Adriana Pérez Cañedo y Alejandro Cacho. Este intercambio de ideas y propuestas dio inicio a las 20 horas del domingo 28 de abril, en donde los tres candidatos se presentaron serios, sin embargo, la que más relajada se mostró fue Gálvez Ruiz, quien en momentos mostró una breve sonrisa antes los ataques sin fundamentos de la corcholata guinda, pues de inmediato los atajaba en los bloques de alusiones.

La candidata que ofrece un México sin Miedo abrió con un mensaje claro: “Hola México, soy Xóchitl Gálvez, esta noche te quiero hablar desde lo más profundo de mi corazón, quiero construir un México unido, sin odio, sin división. Un México sin pobreza, que a ti y a tu familia le vaya bien, un México de clases medias fuertes que pueda salir a la calle sin sentir miedo. Que juntos construyamos entre todos un México próspero y en paz”.

Minutos después de presentar sus propuestas sobre economía y equidad, Gálvez Ruiz acusó a Sheinbaum Pardo de ser la candidata de un narcopartido que hace promoción en las redes sociales y, además, en donde rinden culto a la santa muerte, sin dejar la crítica.

“Creo que hace mucho tiempo que no te das cuenta de la realidad del país, si salieras al mercado te darías cuenta que la tortilla pasó de 14 a 22 pesos, el frijol de 22 a 40 pesos, el aceite de 26 a 40 pesos, el huevo de 32 a 50 pesos. La realidad es que a los mexicanos el dinero no les alcanza”.

Tras un intercambio de propuestas donde la ex jefa de Gobierno expuso una serie de datos por completo fuera de la realidad, Xóchitl Gálvez señaló: “la candidata de las mentiras sí recibió durante la pandemia un financiamiento, voy a subir a las redes lo que consta, mientras millones de pequeñas empresas tuvieron que cerrar durante la pandemia, un millón y medio de pequeñas empresas y, también voy a subir a mis redes para demostrar cómo se perdieron 20 mil empleos con datos oficiales del Seguro Social”.

Durante el debate destacaron momentos en los que el rostro de la candidata oficialista perdió la calma y dichos momentos se dieron cuando mostró una foto de su ex marido, Carlos Ímaz, robando dinero. Además de un certero señalamiento: “¿cómo es posible qué como jefa de gobierno, en plena pandemia, se haya gastado 400 millones de pesos en su imagen personal?” o el tema de sus casas: “y ya vimos que no sólo tenía una, sino cuatro casas y ésta la invadió, se la robó y la escondió".

Yo le pregunto a la candidata de Morena, a “la candidata de las mentiras”, remató la abanderada panista, “¿si va a investigar a los hijos del presidente o qué propondrá ante las evidencias de la venta de balastro a sobrecosto. Es un robadero, Dos Bocas y el Tren Maya”, fue el golpe que le descompuso por completo ese rostro de aparente tranquilidad, a lo que se sumó el caso de Rocío Nahle.

Antes de terminar este debate, Xóchitl Gálvez lanzó la andanada final: “esas son las preguntas que se quedan para el posdebate, porque obviamente la señora de las mentiras no las va a responder, y me apena llamarla narcocandidata, pero pues ni modo, representa a ese partido”.

El broche de oro lo colocó al explicar a los mexicanos: “México tiene dos caminos: claudicar o despertar, claudicar significa la corrupción, la violencia, la falta de medicamentos, las mentiras, el autoritarismo. ¡Despierta, despierta, despierta! Si podemos construir el México que nos merecemos, a ti panista, a ti priista, a ti perredista, a ti ciudadano, a ti morenista desencantado, te invito a que trabajemos en tres valores: vida, verdad y libertad. Traigamos la vida, en donde hoy se pasea la muerte traigamos la libertad a nuestras vidas. Eso es lo que necesita México, necesitamos libertad, no un autoritarismo. Si trabajamos juntos vamos a poder construir el México que nos merecemos, un México próspero y en paz”.