La importancia del bien dormir
Julio 2025
Andrés Castro Cid

¿Quién no, a lo largo de nuestra vida adolescente y no tan adolescente, se ha desvelado, se la ha amanecido como se dice, por varios motivos, ya sea por la diversión nocturna, por trabajo, mirando películas, por horario laboral? Muchas personas se privan del buen sueño nocturno, sin percatarse de que esos malos hábitos tienen afectaciones en nuestra salud física, mental y emocional, así como en el rendimiento en diversas áreas de la vida.
¿Qué es dormir?
De acuerdo con el portal ScienceDirect, dormir es el resultado de los hábitos de las personas, su salud mental y de las enfermedades que puedan padecer. Un tercio de la vida de un ser humano es ocupada en dormir, lo que demuestra que dormir es una actividad fisiológica imprescindible.
Tan es así que el mal dormir es la causa de un amplio rango de patologías: enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2 y síndrome metabólico, enfermedades psiquiátricas y cáncer.
¿Qué sucede mientras dormimos?
Dormir regenera el cuerpo, afirma el National Institutes of Health. Durante el sueño el cuerpo realiza procesos de reparación celular, regulación hormonal y recuperación de tejidos y músculos, lo que contribuye a la salud general y al bienestar.
Procesos de regeneración durante el sueño:
- Reparación celular. El cuerpo utiliza el sueño para reparar las células dañadas y renovar tejidos.
- Regulación hormonal. Organiza la producción de hormonas, como la del crecimiento, son esenciales para un buen desarrollo.
- Recuperación muscular. Los músculos se reparan de la actividad física, lo que previene la fatiga y mejora el rendimiento.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico. Mantiene la actividad óptima de las células del sistema inmunológico y permite la reparación de tejidos, fortaleciendo la defensa del cuerpo contra enfermedades.
- Desintoxicación. El cuerpo elimina sustancias tóxicas durante el sueño.
- Mejora la salud mental. Un sueño reparador reduce el estrés, mejora el estado de ánimo y promueve un pensamiento más claro.
Dormir bien en personas con actividad física
Después de una actividad física importante el cuerpo realiza una serie de adaptaciones fisiológicas para satisfacer las demandas energéticas de los músculos que generan fatiga, daño muscular, deshidratación y cambios hormonales.
De ahí que después del daño muscular provocado por el ejercicio intenso es necesario darle a nuestro cuerpo un momento de descanso y sueño de calidad (8 a 10 horas) para su reparación.
Durante el sueño pasan varias etapas, pero todas juegan un papel en la restauración. Las etapas 3 y 4 del sueño no REM, también conocido como “sueño profundo”, son las más importantes para la recuperación muscular.
Dormir no es lo mismo que descansar
Durante el sueño profundo el cerebro activa el sistema glinfático, que es una red que elimina toxinas acumuladas durante el día, como los subproductos del estrés o la inflamación. Si esta limpieza no ocurre bien por estrés, mala calidad del sueño o inflamación cerebral, al despertar se tiene la sensación de no haber dormido.
Además, un microbioma intestinal alterado puede reducir la producción de serotonina y GABA, dos claves para alcanzar un sueño profundo y reparador. Por eso lo que se cena y cómo se maneja el estrés influye directamente en los sueños.
¿Qué hacer para mejorar tu calidad de sueño?
De acuerdo con la doctora Andrea Reyes, especialista en Medicina de Estilo de Vida, hay que seguir los siguientes puntos:
- Cenar ligero y al menos 2 horas antes de dormir.
- Evitar pantallas y luz azul 60-90 minutos antes.
- Apagar el WiFi o poner el celular en modo avión.
- Tomar magnesio glicinato o ashwagandha si se está en picos de estrés.
- Mantén una rutina de horarios para dormir y despertar.
Dormir mal no es normal y el cuerpo lo sabe, los sueños lo gritan. Cuiden su cuerpo, cuiden su salud.