Elecciones judiciales 2025

Abril 2025

FRPH

La Nación

Luego de varios meses de actos anticipados de campaña -flagrantemente tolerados por las autoridades electorales, que optaron por no sancionar lo evidente-, el pasado domingo 30 de marzo dio inicio formal el periodo en el que las y los aspirantes a jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial de la Federación salieron públicamente a solicitar el voto ciudadano.

Lo hicieron en un contexto profundamente cuestionable: bajo las rígidas restricciones impuestas por una reforma al Poder Judicial concebida no para fortalecer la justicia, sino para someterla a la lógica del poder. Y, aún más preocupante, sin el respaldo de partidos políticos que pudieran garantizar perfiles con experiencia, trayectoria y solvencia ética.

Serán 60 días de campaña que concluirán el 28 de mayo, marcando un capítulo que más bien pareció un ensayo de control institucional disfrazado de democracia.

Las “ministras del pueblo”

En México, la figura de la ministra de la Suprema Corte se ha difuminado peligrosamente entre los códigos de la ley y las coreografías del mitin. Yasmín Esquivel, Lenia Batres y Loretta Ortiz -juezas constitucionales entre semana, candidatas en campaña los fines- han emprendido la ruta electoral con la mira puesta en conservar su asiento en el Alto Tribunal y, en el caso de la más votada, asumir la presidencia del mismo por dos años. Lo han hecho sin separarse de sus funciones, mezclando su rol de impartidoras de justicia con el de activistas políticas al servicio de un proyecto partidista. Las ministras, cercanas al oficialismo, han convertido la toga en pancarta, el estrado en templete y los criterios de imparcialidad en consignas de plaza pública.

A pesar de que la ley establece un marco austero y riguroso para preservar la independencia judicial en este proceso inédito, las “supremas candidatas” se adelantaron a los tiempos del INE, aprovecharon sus cargos públicos, utilizaron redes, foros financiados con recursos opacos y estructuras sindicales afines al régimen para promoverse. La campaña se ha convertido en un desfile de lealtades políticas, promesas populistas y acarreo institucionalizado. Lo que debía ser un proceso serio y técnico para salvaguardar la justicia, ha mutado en un “reality” político de protagonismo personal y propaganda partidaria.

Candidatos alineados a Morena

  1. Loretta Ortiz: Actual ministra de la SCJN, ha sido señalada por su cercanía con Morena.
  2. Yasmín Esquivel: También ministra en funciones, su discurso y propuestas reflejan afinidad con los valores promovidos por el oficialismo.
  3. Lenia Batres: Ministra que combina sus funciones judiciales con actividades de campaña, prometiendo una justicia alineada con los valores del oficialismo.
  4. María Estela Ríos González: Ex consejera jurídica de la presidencia durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ha sido propuesta como candidata a la SCJN.
  5. Bernardo Bátiz: Abogado de confianza del ex presidente López Obrador, también figura en la lista de candidatos.
  6. Celia Maya: Militante de Morena y ex candidata a gobernadora de Querétaro, incluida en la lista de aspirantes.
  7. Gabriel Regis López: Juez que ha mostrado apoyo a la reforma judicial impulsada por Morena.
  8. Fabiana Estrada Tena: Ex colaboradora de Arturo Zaldívar, actual coordinador general de Política y Gobierno, cercana al oficialismo.
  9. Ana María Ibarra: Ex colaboradora de Arturo Zaldívar, actual coordinador general de Política y Gobierno, cercana al oficialismo.
  10. Paula María García Villegas Sánchez Cordero: Hija de Olga Sánchez Cordero, ex ministra y actual diputada por Morena, propuesta para la SCJN.
  11. Jorge Emilio Sánchez Cordero Grossmann: Sobrino de Olga Sánchez Cordero, seleccionado como candidato para la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Fechas importantes

  • Campañas: 30 de marzo al 28 de mayo
  • Veda Electoral: 29 de mayo al 1 de junio
  • Elección: 1 de junio
  • Toma de protesta:1 de septiembre

Curiosidades del proceso

  • Los votos no se contarán en la casilla, sino días después por personal del INE.
  • La ministra más votada será presidenta de la SCJN.

El reto

Aunque el INE impone límites formales, la lista de conceptos permitidos da pie a campañas perfectamente estructuradas: con imagen, mensaje, operadores, giras, contenidos audiovisuales y discursos formateados. El espíritu del “candidato técnico” se diluye en una operación que, con recursos propios y sin fiscalización pública real, permite hacer política judicial sin llamarla por su nombre.