Mujeres, esenciales en la elección presidencial

A pocos días de haber iniciado un nuevo año, de haber concluido la época en la que la esperanza es el sentimiento más recurrente entre las familias mexicanas y dejar atrás los buenos deseos para comenzar a materializarlos con lo único que puede generar el cambio, primero en nosotros mismos, y posteriormente en nuestro entorno: la acción. Es menester hacer un análisis acerca de lo que representa el 2023 para los y las mexicanas. Y es que no sólo se trata de un año más, es la antesala de la elección más importante en nuestro país, es el año en el que inicia formalmente el proceso en el que podremos, si así lo decidimos, cambiar el rumbo de México, es el 2023, el año en el que se juegan dos gubernaturas de gran importancia por su resonancia, de acuerdo con los resultados en la elección presidencial.

Dicho análisis debe hacerse desde varias aristas, sin embargo, quiero centrar mi opinión en la posibilidad latente de que la elección del 2024 podría ser, por primera vez en la historia de México y muy a pesar de la idiosincrasia que prevalece en diferentes zonas del país, una elección entre mujeres, sí queridas y queridos lectores, considérenme optimista, idealista, pero sobre todo feminista, en el sentido más amplio y con la certeza de que las mujeres debemos estar en la posición más alta de la toma de decisiones.

Una elección presidencial entre mujeres es el escenario perfecto para seguir continuando, como decimos los panistas, con la paridad sustantiva y la real participación de las mujeres en la política mexicana. Pero se preguntarán ustedes porque entonces enfocarnos en el 2023 si hablamos de las posibles candidatas a la Presidencia de la República Mexicana, bien, porque será este año en el que veremos a todas ellas arrancar, continuar o incluso decidir su participación en la carrera por la grande; veremos, incluso, si los ciudadanos aprueban las administraciones de las mujeres que actualmente gobiernan estados, seremos testigos, por primera vez en el ámbito judicial, que cuando una mujer preside se nota, esto en el caso de la nueva Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, daremos cuenta de lo que significa tener uno de los Congresos más paritarios del mundo con el 49.6 por ciento de mujeres legislando.

Este año veremos desfilar a todas las posibles, y no, no voy a etiquetarlas con un “sobrenombre” como si al hablar de ellas se tratase de fichas de juego, como “algunos” soslayan a sus candidatos, ellas merecen todo el respeto por la carrera que emprendieron desde el primer espacio público que ocuparon para llegar a ser consideradas hoy posibles candidatas a presidentas de México; pero antes quiero hacer mención de algo que lacera y en nada abona a la lucha por la participación de las mujeres, ya que es triste escuchar y tal vez quien me lee lo llegó a pensar: “no hay mujeres que quieran o puedan ser”. Sin embargo, desde hace dos elecciones presidenciales que las mujeres han levantado la mano y la próxima elección tendrá otra vez mujeres interesadas en participar, por mencionar a algunas tenemos a las senadoras Xóchitl Gálvez, Lilly Téllez, Kenia López, Claudia Ruiz Massieu y Beatriz Paredes; a las gobernadoras Maru Campos, Claudia Sheinbaum y la diputada federal Margarita Zavala.

Desde mi particular punto de vista no sólo por la posición que ocupan actualmente podrían ser candidatas, más de una de ellas ha manifestado su interés de participar, una de ellas ya se encuentra en plena campaña como una evidente violación a la normativa electoral, otras han hecho una carrera impecable y han contribuido sustancialmente desde sus trincheras a la defensa de nuestro país, lo cual las posiciona como fuertes contendientes en el 2024.

Desde luego que serán ellas quienes, como decía líneas arriba, decidan si arrancan, continúan o participan, ya que sin duda la campaña electoral que se vivirá tendrá un escenario complejo, para lo cual se debe estar más que convencida y decidida, a caminar y enfrentar todos los retos que ello conlleva; pero lo que no podemos perder de vista es que la próxima elección presidencial tiene un distintivo peculiar, ya que será una elección que se definirá por el divisionismo en el que nos ha sumergido el actual mandatario, es decir, votaremos desde dos polos opuestos, votaremos y se debe tomar con seriedad, desde el odio entre los que apoyan al actual gobierno y los que no lo apoyamos. El destino de México se juega entre dos bandos, no más, por ello la exigencia ciudadana de que la oposición, todos los que realmente nos consideremos y lo demostramos con nuestros actos, nos unamos. Seremos dos grandes alianzas visto desde lo social o dos grandes coaliciones si le damos la formalidad electoral.

La decisión de a que bando pertenecer no debe minimizarse a un color o un líder, debe tomarse desde la responsabilidad y civilidad democrática, es nuestra responsabilidad ciudadana vigilar que nuestros gobernantes, nuestros representantes populares, mantengan una economía estable, generen oportunidades de empleo, apoyen a los niños, jóvenes, hombres y mujeres que día a día con su trabajo sostienen a este país, vistos como personas y no como una estrategia política, que ejecuten el recurso público subsidiariamente y no por capricho con obras faraónicas. Es nuestra responsabilidad decidir el rumbo de nuestro país y desde ahí se decide de qué lado votar, por la continuidad de una transformación de cuarta o por cambiar a México.

Morena y sus aliados, sin respeto a la ley, tienen una candidata evidente. Sí coincidimos con la ciudadanía de que la oposición debe unirse, tenemos mujeres fuertes, valientes y decididas, no sólo las que menciono en este texto, podrían haber más, lo que nos da como resultado altas probabilidades de que la siguiente elección presidencial sea de mujeres, desde luego es mi apreciación, pero es este sólo un análisis de los muchos que debemos hacernos y a la par, muy importante, accionarnos todas y todos porque como decimos en el PAN ¡Sí hay de otra!

Verónica Rodríguez Hernández es Presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN en San Luis Potosí.

Twitter: @VeronicaRdzSLP