Inflación se dispara y rompe récord

Enero 2022

Andrés Castro Cid

La Nación

México registra una tasa de inflación por encima del siete por ciento, cifra que no se había visto en más de dos décadas e, incluso, ha sido motivo de noticia en algunos medios internacionales como en el diario español El País que publicó: “La inflación en México se dispara a 7.36 por ciento en 2021, la más alta en 21 años”.

Para entender el ¿por qué? de esta cifra en la administración morenista, La Nación conversó con Hernán Ahuja Domínguez, especialista en impuestos, federalismo y fiscalización, quien en un primer momento explicó que lo que sucede es que en México no hay crecimiento, pero sí desempleo.

Además, añadió, que cuando se conjugan los factores externos (tendencia inflacionaria a nivel mundial) con los internos (malas decisiones del Gobierno federal, incremento de salarios sin ton ni son, falta de regulación de precios o la falta de una política de regulación de precios e incremento en los combustibles), en una economía global los países menos preparados son los que la sufren.

“Más de siete por ciento de inflación es demasiado, sobre todo en un contexto de bajo de crecimiento, falta de empleos y decisiones políticas que no incentivan ni la inversión, ni el bienestar en la población”, insistió el economista.

El asesor en temas económicos de la Fundación Miguel Estrada Iturbide del GPPAN en la Cámara de Diputados, explicó que la inflación, en palabras fáciles, es el incremento promedio en los precios de los productos y alimentos que consumimos de manera cotidiana, así como de los servicios que se usan, como el transporte público, sólo por mencionar algunos.

Malas decisiones del Gobierno federal

“La teoría económica dice que cuando hay inflación o una tendencia al alza, no se pueden tomar decisiones de incremento salarial como se ha hecho en este gobierno, además venimos de un proceso pandémico fuerte donde hubo confinamiento, la producción se detuvo y lo que se había producido se quedó; ahora hay una sobreoferta de productos y cuando pasa esto la gente sale a comprar porque en ese lapso tuvo dinero, esa demanda impulsa los precios al alza”, expuso el especialista.

Lo peor que puede hacer un gobierno es incrementar los salarios y ahora para contener la inflación, adelantó Ahuja Domínguez, se van a tener que tomar decisiones importantes, que es seguir con tasas de crecimiento bajas, porque el PIB es producción y si hay una sobreoferta ésta se tiene que reducir; entonces, el PIB va a tener que decrecer y como consecuencia del control de la inflación se tendrá un mayor desempleo en el país.

“Algunos expertos ya hablan de estanflación en el país, que tiene que ver con tres aspectos: hay inflación, no hay crecimiento y hay desempleo”, señaló el investigador.

Ahora, agregó, el Banco de México está tratando de controlar la inflación con tasas de interés altas, en este momento está en 5.50. El propósito de esto es que la gente valore tener su dinero en el banco porque le da mayor rendimiento, además si la gente no gasta los precios tienden a bajar.

¿Qué debe hacer el Gobierno federal?

Debe revisar la política de incremento a los salarios, su política de producción a nivel nacional y el esquema de gasto en épocas de inflación. “La teoría macroeconómica marca que los gobiernos tienen que reducir su gasto, sin embargo, estamos viendo que este gobierno incrementa el gasto en proyectos que no tienen importancia como el Tren Maya”.

Hernán Ahuja precisó que de manera regular los subsidios, a través de programas sociales, van a las personas que se encuentran en vulnerabilidad social, gente que no tiene empleo o que ya no puede trabajar; si no hay empleo, pero sí salarios altos y subsidios que incentivan al gasto en época inflacionaria, todo ello es contrario a lo que marca la teoría para controlar el consumo.

En este marco, el asesor en temas económicos de San Lázaro recordó a un profesor decir que cuando Lenin asumió el gobierno ruso afirmaba que, si un presidente comunista quería destruir a un gobierno capitalista, lo que tenía que hacer era dilapidar el valor del dinero con inflación, porque lo que provoca son menos recursos y cuando se controla a la gente sin recursos se controla todo.

“Parecería que esa es la tendencia de este gobierno, puesto que se tuvo la oportunidad de generar mayor crecimiento con un proyecto que ya estaba en puerta, como el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, y lo canceló, se fueron las inversiones o, en su caso, generó mayor incertidumbre; tomó la decisión de invertir en programas sociales y en proyectos que no dan ningún rédito para este gobierno y mucho menos para la población.

La nación

De ahí que, de manera desafortunada, consideró, este gobierno seguirá en la tendencia del control unipersonal. Es muy claro que las decisiones de política económica, de política social, entre otras, se toman en Palacio Nacional y así será difícil tener una economía estable, porque se impone una sola visión.

¿Qué puede hacer el ciudadano de a pie?

Ahuja Domínguez recomendó planificar un presupuesto personal o familiar, establecer qué gastos son prioritarios y cuáles no, y los que no lo sean quitarlos, al menos por esta época.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) publicó que un trabajador tiene gastos innecesarios que representan entre el 10 y el 15 por ciento, es decir, comprar el cafecito o la ida al cine; se debe evitar cualquier actividad innecesaria que genera un gasto porque ahí se va el dinero, indicó.

La otra es que si se tiene un auto ahí hay una manera de reducir un gasto, se pueden utilizar medios de transporte público más baratos, obviamente, en este momento de la pandemia con las medidas sanitarias pertinentes. También se pueden reducir las salidas a comer.

Inflación en tiempos de pandemia

Cuestionado sobre la situación económica en este momento de altos contagios por la variante Ómicron, el economista consideró que esto tiene sus pros y sus contras. “Si hay un nuevo confinamiento esto beneficiaría a las familias que están acostumbradas a salir y gastar fuera de casa”.

Sin embargo, dijo, al Gobierno federal no lo beneficia porque significa un gasto adicional a las proyecciones de ingresos y de egresos que se presupuestaron para este 2022, y los temas de salud, como ya se vio el año pasado, generan un costo económico que tienen que solventar.

Entonces, este gobierno tiene retos por todos lados, en términos de salud, control de precios, pero hay que esperar a las decisiones económicas en este año

Nuevo gasolinazo

Hernán Ahuja informó que a principios de año se emitió un decreto mediante el cual se actualizan los precios y porcentajes del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), entre ellos a la gasolina. Se está estimando que el precio de la gasolina se incremente durante los primeros meses en 20 por ciento, apuntó.

“Este 20 por ciento tiene que ver básicamente con el incremento en el precio de la gasolina Premium, pero si desglosamos cada uno de los combustibles nos vamos a dar cuenta que los incrementos están básicamente ahí en 20 por ciento, pero que el de la gasolina Magna va a ser de 11.5 y el del diésel de 12.4; esto no significa que no sea preocupante para el bolsillo de los consumidores, claro que lo es, pero tiene que ser más preocupante para el Gobierno federal”.

En esto hay una triquiñuela, al decir que se actualizan los precios de los combustibles con base al ajuste inflacionario, pero no se dice que para mantener los precios en un rango de entre 20 y 22 pesos tiene que subsidiarlo y ese subsidio le cuesta a cada uno de los contribuyentes. Hasta el año pasado se destinaron 54 mil millones de pesos para subsidiar la importación de gasolina y el consumo interno.

Nuevos pobres en México

“Pareciera que estamos en un México donde las decisiones nada tienen que ver con la riqueza de la teoría macroeconómica. Me parece que este gobierno toma malas decisiones, pero no porque no haya funcionarios capaces, sino porque hay un presidente que impone una visión que, como dijera por ahí un ex candidato presidencial, nada tienen que ver con el mundo actual”.

Ojalá que esto pare y que no afecte en este año a más familias, cuatro millones de nuevos pobres no son casualidad, son el resultado de las malas decisiones de este gobierno, aseguró el especialista económico.

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