Editorial

Noviembre 2016

Maricarmen Rizo

La Nación

Por Ricardo Anaya Cortés. El sorprendente resultado electoral en la contienda presidencial de Estados Unidos, nos debe hacer reflexionar profundamente sobre un punto en particular: el peligro del populismo en el mundo es real. Como todos pudimos apreciar en los últimos meses, el ahora presidente electo, el republicano Donald Trump, ganó la elección con un discurso francamente populista, que provocó la exaltación y la división del pueblo estadounidense. La elección en Estados Unidos pone al descubierto un fenómeno de reacción en contra de las élites tradicionales, en contra de los políticos de siempre. Ante esta adversa realidad, Acción Nacional debe distinguirse como la única y verdadera bandera de cambio para los mexicanos. Hace poco más de un año iniciamos el camino hacia la renovación y la regeneración de nuestro Partido. Hoy está claro que debemos avanzar en esa dirección. Acción Nacional está llamado a convertirse en el instrumento ciudadano para la defensa de los intereses nacionales. Por eso, ahora más que nunca, es tiempo de unidad entre los panistas. Para llegar fuertes a la elección de 2018, ganar la Presidencia de la República y defender a México de la política amenazante de Donald Trump. México tiene ante sí un reto de enormes dimensiones, no sólo en materia migratoria y comercial, sino en la forma de manejar su política exterior. Quien esté al mando del Gobierno federal, tiene la responsabilidad de anteponer la diplomacia y el entendimiento, pero también la dignidad y la soberanía, en su relación con los demás países. Todo con respeto, nada con abusos. Los mexicanos tenemos que cerrar filas para salir adelante. Trabajemos con valentía, firmeza y dignidad. Avancemos juntos. Defendamos los derechos de los mexicanos que se encuentran más allá de la frontera. Que sepan que no están solos. Defendamos también nuestros intereses comerciales con los estadounidenses, intereses que son parte importante de la economía nacional en ambos países. Respecto al ofensivo muro que pretende construir Donald Trump en nuestra frontera, la posición del PAN y de México debe ser indeclinable: no al muro y mucho menos a pagar un centavo por su construcción. Queremos puentes, no muros. Exigimos al Gobierno federal que conduzca con dignidad la política exterior mexicana, como lo mandata el artículo 89 de nuestra Constitución. De cara a la elección de 2018, México debe aprender de lo sucedido en la elección estadounidense e impedir que el populismo demagógico de Andrés Manuel López Obrador se instaure en nuestro país. El PRI debe irse, pero la opción no puede ser ese populismo autoritario y trasnochado que representa López Obrador. Acción Nacional, en una gran alianza con los ciudadanos, será el agente de cambio que México necesita. Juntos, Partido y ciudadanía, vamos a ganar la Presidencia de la República para darle a nuestro país el gobierno honesto, honrado, transparente y de resultados que todos merecemos.  

Ricardo Anaya Cortés