COVID-19. Parteaguas en las elecciones de Estados Unidos

Octubre 2020

Laura Vega

La Nación

En la nueva normalidad mundial, en donde aún no hay una vacuna eficaz para combatir el COVID-19 y los partidos políticos deben adaptarse a las nuevas circunstancias, cobra relevancia la elección en Estados Unidos donde por lo menos hasta finales de octubre, días antes de la elección, ya habían votado 59 millones de estadunidenses de manera anticipada.

El mecanismo anticipado o por correo, de acuerdo con un estudio independiente de la Universidad de Florida, expone que se superaron las votaciones de 2016.

De esta manera vemos cómo el COVID-19 ha impactado nuestras vidas y sin duda el tratamiento de la crisis por este virus en Estados Unidos determinó el 3 de noviembre el resultado de la contienda, así como otros factores que se desarrollaron en la administración de Donald Trump, como fueron la economía, la justicia racial, el sistema de salud, la inmigración, el medio ambiente, el cambio climático y los impuestos.

Días antes de la elección, en un webinar organizado por la Secretaria de Relaciones Internacionales, Mariana Gómez del Campo, y la Fundación Konrad Adenauer, se analizaron distintas aristas de esta contienda como la polarización que se dio en Estados Unidos por el tema de la pandemia.

En el foro participaron el Coordinador de los Diputados del PAN, Juan Carlos Romero Hicks; la Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte del Senado, Gina Cruz; el Director del Centro de la Universidad metodista del Sur de Dallas, Estados Unidos, James Hollifield; el investigador del CIDE, Jorge Schiavon, y el representante de la Fundación Konrad Adenauer, Hans Blomeier.

Hans Blomeier, de la Fundación KAS, expuso que el cambio de formas no necesariamente ocasionará un cambio de fondo, y algunas de las interrogantes que arrojará el resultado de esta elección es si habrá un cambio en las políticas exterior, comercial, migratoria y en la participación multilateral, así como en la cooperación internacional.

El Dirigente Nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, destacó que sea cual sea el presidente de Estados Unidos habrá una nueva relación, sobre todo en el tema de seguridad.

Consideró que el gobierno de Estados Unidos será más exigente con México para que se cambie y “se corrija esta estrategia de los abrazos y no balazos que ha generado una expansión de la delincuencia organizada en todo el país”.

El Coordinador de Diputados del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, dijo que es la frontera de mayor movilidad en el planeta y los vínculos son innegables en seguridad, comercio, educación, ciencia, tecnología y hay amplio marco jurídico, por lo que es muy probable que el presidente de Estados Unidos siente las bases del futuro del TMEC.

“En el caso de la migración, hay una diáspora que se estima en 36 millones de personas de origen mexicano, más que la población de Canadá, y esto es el 13 por ciento del posible electorado donde en algunos estados puede tener una relevancia significativa”.

En el tema político, puntualizó que le pesa como mexicano que en este momento no haya habido una sola visita de Estado, lo cual nunca había ocurrido, al igual que tener dos presidentes populistas en México y Estados Unidos, y un Presidente empresario que le tiene miedo a la competencia de México y un mandatario mexicano débil, que no ha tenido contacto con la comunicad mexicana y ha obedecido a criterios distintos.

El principal tema, dijo, es replantear una agenda bilateral que debería incluir todos los asuntos de seguridad, economía, migración y medio ambiente, entre otros.

Jorge Schiavon, profesor del CIDE, sostuvo que sin importar quien gane la elección, México debe garantizar una relación funcional, amistosa, de socios y que permita beneficiarnos de la vecindad, y proteger los derechos humanos de 36 millones de personas de origen mexicano que viven en Estados Unidos.

La máxima prioridad para el presidente de Estados Unidos tendrá que ser atender temas de política interna, y México quedará en tercero o cuarto plano, aunque es enormemente relevante ante las crisis de coyuntura que vive.

El COVID-19 y su impacto mundial

La realización de debates presidenciales, actos de campaña, convenciones y consejos políticos de los partidos se han visto impactados por esta pandemia. Aquí la tecnología ha ayudado a paliar en cierta medida los efectos negativos, al poder realizar reuniones, mítines o encuentros virtuales para aminorar los contagios.

Sin embargo, en otras partes del mundo las elecciones han tenido que ser pospuestas. De acuerdo con IDEA Internacional, 62 países han pospuesto sus contiendas electorales como Austria, Francia, República Checa, Suiza, Rumania y Polonia.