Chile. Su nuevo panorama político

Marzo 2022

Julio Faesler Carlisle

La Nación

Gabriel Boric, con 36 años, llega al Palacio de la Moneda como el presidente más joven en la historia de Chile. Izquierdista moderado, Boric se impuso con más de 11 puntos porcentuales de diferencia al derechista José Antonio Kast, ganador en la primera vuelta el 21 de noviembre.

Sucesor de Sebastián Piñera promete realizar una ambiciosa agenda de reformas al sistema de pensiones, al tributario y el de salud, respondiendo así a algunas de las demandas presentadas en octubre de 2019.

El escenario político, económico y social de Chile es complejo, como el de otros países latinoamericanos. Se encuentran aún presentes las huellas de la pandemia y la inflación continúa escalando. Existen zonas donde se ha declarado el estado de emergencia a raíz de conflictos sociales.

Nacido en la región antártica, el nuevo presidente de Chile se describe como “socialista liberal” y se aparta de los gobiernos de la “Concertación” que gobernaron en los últimos 30 años.

Según la revista The Economist, el joven primer mandatario forma parte de una nueva ola “anaranjada”, centro-izquierda, de gobiernos latinoamericanos como los electos entre 2018 y 2020 en Argentina, México y Bolivia o los de Perú y Honduras en 2021.

Boric es portavoz de las inquietudes de su generación: desigualdades económicas y de género, y preocupaciones por el cambio climático. Coincide con Alberto Fernández de Argentina o Gustavo Petro de Colombia en su intención de llevar a su país a energías limpias.

El gabinete que anunció Boric es el más diverso en la historia de Chile. Con más mujeres que hombres y por “personas preparadas”, comprometidas con la agenda de cambio, algunos son políticos ajenos a su partido, formados en escuelas públicas. El grupo se aleja de las élites que han gobernado Chile en las últimas décadas.

Izkia Siches, uno de los nombres más simbólicos en el nuevo gabinete, fue jefa de campaña del presidente electo y será la primera mujer en la historia de Chile en ocupar el cargo de Ministra del Interior. Otras mujeres ocupan carteras importantes, la de Relaciones Exteriores o la de Defensa, Maya Fernández, por cierto, nieta de Salvador Allende. Se suman personas de diversas regiones de Chile en señal de integración.

Boric también contará con personalidades que figuraron en la “Concertación”. Se incorporan siete personalidades independientes. “Nos comprometimos a hacer un gobierno ciudadano, de puertas abiertas, cercano y que siempre esté del lado de la gente”, dijo al presentarlos, y añadió: “les pido a mis ministros que escuchen el doble de lo que hablen”.

Con respecto a políticas financieras y fiscales ortodoxas, el nuevo gobierno ofrece “tranquilidad” a los empresarios con el nombramiento de Mario Marcel, un reconocido economista, como Ministro de Hacienda. Consciente de que no cuenta con suficiente respaldo parlamentario, Boric incorporó a políticos conocidos para así construir una buena base política.

El panorama político de América Latina está compuesto por regímenes, tanto de extrema derecha como el de Brasil con Jairo Bolsonaro, de inflexible convicción empresarial, o de los gobiernos de estridente izquierda de Cuba, Venezuela o Nicaragua, empeñados en montar dictaduras socialistas marxistas leninistas. Pero las dictaduras al estilo de Cuba o Nicaragua han perdido prestigio y las izquierdas administradoras se aceptan más. La vieja ola izquierda latinoamericana personalizada por Hugo Chávez, Néstor Kirschner o Alán García contrasta con la nueva camada de partidos de izquierda moderada.

Contra gobiernos altamente personalistas de privilegios y corrupción, los nuevos líderes exigen servicios públicos para las mayorías y unidos con buena administración, lo que no impide que izquierdistas como el senador Gustavo Petro en Colombia triunfen en los comicios de este mismo año.

El desprestigio de los partidos políticos consta en las encuestas y está produciendo candidatos sin compromisos, lo que también explica casos icónicos como el de Lula da Silva que podría recobrar la presidencia de la república, o figuras ajenas a la política como es el caso del recién electo presidente de Ecuador, el empresario y banquero Guillermo Lasso.

Está naciendo en el continente y en todo el mundo una juventud política con visiones que atraviesan los techos y que son impacientes con los lastres que heredan de conflictos pasados; estudian como explorar otros horizontes abiertos por las ciencias, pero comunes en su determinación de no continuar las injusticias humanas que resultan de paradigmas ya inaplicables a la mutación de estructuras sociales, con apremios ambientales acicateados por realidades demográficas y animadas por el avance de las ciencias con la creciente preocupación por cuestiones ecológicas y defensa de derechos humanos, urgidas por las realidades demográficas,

La política en nuestra región sigue empero lastrada por un clientelismo clásico centrado en bienes particulares, dinero o corrupciones individuales como en países centroamericanos. También hay clientelismo localista, en donde, como en Bolivia, Argentina y México, a cambio de votos se dan beneficios para el distrito, un puente, un mercado, una escuela.

Gabriel Boric se propone concertar las experiencias acumuladas con la visión atrevida que el mundo necesita, para romper el pasmo en que todos nos hallamos para luego saltar a nuevas formas de solución de los problemas.

Los panistas seguiremos con hondo interés al nuevo gobierno chileno que arranca, dando ejemplo de cómo se sirve al pueblo sumando al esfuerzo lo valioso de cualquier origen para crear confianza en la innata capacidad de una nación unida para vencer todo reto.

El sincero interés y deseo por la prosperidad e independencia de cada uno de sus miembros es lo que hace que América Latina persista como vigorosa mancomunidad, que se identifica tanto por su intensa historia como el dinamismo de su futuro.

 

La nación