Editorial

Noviembre 2014

Maricarmen Rizo

La Nación

Este 3 de noviembre, el PAN presentó en la Cámara de Diputados la iniciativa que crea el Sistema Nacional Anticorrupción. Se trata de una reforma constitucional que modifica 10 artículos de nuestra Carta Magna (22, 73, 74, 76, 79, 109, 113, 114, 116 y 122). Como lo ofrecimos, el PAN toma la delantera en el combate frontal e integral contra la corrupción. Estamos conscientes de que la corrupción es un verdadero cáncer que se ha extendido sin control. Los dolorosos hechos que se han registrado recientemente en Guerrero ponen de manifiesto la magnitud del fenómeno. La corrupción ha corroído las instituciones, se ha infiltrado en los palacios de gobierno y utiliza la fuerza pública para fines que le son ajenos. Hemos asistido con estupor al descubrimiento de hechos vergonzosos: autoridades que en vez de proteger, atacan a su población; policías que en vez de mantener la paz y el orden, persiguen y asesinan. Esto nos habla del estado de descomposición al que se ha llegado en algunas partes de nuestro país. Y en la raíz de esta problemática está la corrupción. Digámoslo claro: la corrupción no se trata sólo de un mal manejo de recursos públicos. La corrupción es también omisión o simulación de la autoridad; tratos fraudulentos; violencia tolerada y falta de transparencia. Es corrupto un gobierno que planea desapariciones y es corrupta una sociedad que para protestar cae en el vandalismo. Gobernantes y ciudadanos son corruptos por igual cuando actúan de espaldas al orden institucional; cuando incumplen su deber. Todo eso convierte a la corrupción en un atentado social. Hoy tenemos claro que mientras no acabemos con la corrupción, ninguna reforma funcionará. Por eso, se requieren medidas contundentes y pasos firmes que lleven a su erradicación. Sólo así podremos recuperar la paz y la confianza de los ciudadanos. El PAN ha hecho un diagnóstico serio e informado sobre el panorama de la corrupción en México. Los datos son contundentes: La corrupción le cuesta a México 9 puntos porcentuales del PIB (1.5 billones de pesos) cada año. Esto equivale a 45 veces el presupuesto de la UNAM. Los más pobres son los más afectados: los hogares con ingresos menores a un salario mínimo, destinan el 25 por ciento de sus ingresos (uno de cada cuatro pesos) al pago de sobornos para llevar a cabo trámites o acceder a servicios básicos, según datos de Transparencia Mexicana. En el índice que publica Transparencia Internacional, México ocupa el vergonzoso lugar 106 de 177 naciones evaluadas. Basándonos en este diagnóstico, hemos presentado una iniciativa amplia, profunda, ambiciosa en cuanto a sus fines y minuciosa en cuanto a los medios para alcanzarlos. Tomamos en cuenta la opinión de organismos y académicos especializados en el tema e incorporamos las mejores propuestas en la iniciativa que crea el Sistema Nacional Anticorrupción. El Sistema que planteamos tiene seis elementos: PRIMERO. Un Consejo Nacional para la Ética Pública, con el fin de asegurar una amplia representación del sector público y sobre todo de la sociedad civil organizada. SEGUNDO. Un Comité de Participación Ciudadana responsable de la instalación de observatorios ciudadanos en todo el territorio nacional. TERCERO. El fortalecimiento de la Secretaría de la Función Pública en materia de auditoría e investigación para efectos de control interno. CUARTO. La ampliación de las facultades de la Auditoría Superior de la Federación y de la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción. Dos órganos autónomos, con amplias facultades de investigación y responsables del control externo. QUINTO. Retirar la facultad de sanción a las contralorías municipales, estatales y federal. Nunca más los contralores, es decir, los empleados de los alcaldes, gobernadores y del Presidente de la República, como responsables de juzgar y sancionar conductas graves. Proponemos dar plenas facultades para sancionar a los corruptos, tanto al Poder Judicial de la Federación cuando se trate de la materia penal, como a un Tribunal Federal en materia administrativa. SEXTO. Reproducir todo el sistema anticorrupción en el ámbito local de los Estados. Con esta iniciativa damos un paso muy importante para lograr lo que hasta ahora no había sido posible: combatir, de manera articulada y sistemática, la corrupción en nuestro país. Lo hemos dicho y lo hemos cumplido. Porque Acción Nacional sabe que es hora de pasar de las palabras a los hechos. De hacernos cargo de nuestras palabras y convertirlas en acciones efectivas contra la corrupción. Es hora de construir el país que queremos. Si en verdad deseamos que nuestros hijos vivan en un país en el que se castigue severamente la corrupción, en un país de instituciones sólidas y funcionarios honrados, tenemos que actuar. El Sistema Nacional Anticorrupción que hemos presentado es el primer sistema autónomo, ciudadano e integral de combate a la corrupción en la historia de México. Con este Sistema, el PAN se pone a la vanguardia en el combate al principal lastre que, desde hace décadas, afecta el desarrollo nacional. Así demostramos que Acción Nacional sabe cumplir sus objetivos, que sabe participar en la vida pública de México con propuestas valiosas que responden a las necesidades de la nación y sobre todo, que procura cada día el Bien Común de todos los mexicanos.  

Ricardo Anaya Cortés

Presidente del CEN del PAN