Reflexiones sobre las campañas

Durante el proceso electoral llevado a cabo en los seis estados de la República, en donde se eligieron presidencias municipales, diputaciones locales y gubernaturas, Acción Juvenil estuvo presente convocando a los simpatizantes y militantes jóvenes a sumarse a esta campaña que, cabe resaltar, reunió a miles y miles de jóvenes.

En su afán de defender la democracia, la libertad y promover el humanismo político característico de Acción Nacional, los jóvenes panistas lucharon hasta el último día de la campaña, en sus respectivos estados, con suela, sudor y saliva, buscando mover esas almas que hoy, subyugadas por la ineficiencia gubernamental, optan por dar su voto al partido en el Poder Ejecutivo, sin pensar en las graves consecuencias que conlleva consolidar un oficialismo que no se preocupa por enaltecer las virtudes y cualidades de su gente en cada uno de los estados que hoy gobierna.

Un gobierno donde sus representantes, salvo el presidente de la República, carecen de liderazgo, de imagen y sobre todo de ideas.

La lucha encarnada que vivimos en contra del retroceso político, en contra del abuso del poder, en contra del simplismo y la mediocridad, fue razón suficiente para que la juventud refrendara el compromiso por su estado, por su municipio y por México.

Bastó ver como la juventud se unía desde Quintana Roo, pasando por Oaxaca, Hidalgo, recorriendo Durango, Aguascalientes y terminando hasta Tamaulipas, con esa fraternidad que nos caracteriza como organización, demostrando que la juventud con voluntad, pasión y, sobre todo, corazón, es capaz de cambiar y redefinir el rumbo de un estado.

Acción Juvenil por delante de los resultados electorales… ¡Triunfo!